Entrevista a Borja Vivas

“Mi objetivo, siendo honesto, no está en los Juegos, pero...”

  • Uno de los mejores atletas malagueños de la historia (35 años) se resiste a terminar su carrera y en Ourense logró un oro en el lanzamiento de peso que le da nuevos bríos para afrontar la temporada de verano

  • Acudir a sus terceros Juegos Olímpicos, algo muy complicado pero no imposible

Borja Vivas, con sus hijas, tras ganar el Campeonato de España.

Borja Vivas, con sus hijas, tras ganar el Campeonato de España.

Borja Vivas Jiménez (Málaga, 1984) quiso darse una opción más para no abandonar el atletismo de alto nivel después de operarse de la rodilla. Las cosas no iban bien en este invierno, días antes del Campeonato de España había lanzado en Madrid más de dos metros menos de su mejor registro. Pero en Ourense, sede del Nacional, tiró 19.61 metros, marca que le valió un nuevo oro, el undécimo a nivel absoluto, en lanzamiento de peso. El malagueño es consciente de que la mínima olímpica es casi utópica (21.10 metros y la mejor marca de su carrera es 21.07), pero no quiere dejar de intentarlo.

–¿Cómo sabe ese oro?

–La temporada no era todo lo buena que había querido, después de un año sin lanzar y lo que ello conlleva. Iba con la idea de hacer segundo en Ourense. Tobalina estaba estabilizado por encima de 20 metros y yo no estaba a ese nivel. 19 metros era lo que había intentado hacer toda la temporada para tener una base. Pareciera que lo tenía preparado, pero qué va. La competición y verse en situación hace que el cuerpo se active. Hice 19.50 metros para abrir el campeonato, después 19.61, otro de más de 19.50... Esto es un poco psicológico y de ahí no debería bajar, ha sido así toda mi carrera. Así fue cuando llegué a los 20 metros, aunque los nervios no se van.

–¿No ayuda la edad a manejarlos?

–No se van y casi que se agravan. Me duele ahora la rodilla que no tengo operada, como me pasó toda mi carrera. Te molesta, temes el pinchazo, en esta prueba es todo tan técnico... A la mínima que varías la posición y cambias apoyos se nota una barbaridad.

–¿Daban ganas de abandonar?

-Con la edad tienes menos ganas de ir a entrenar, te duele el cuerpo, te replanteas todo y casi no iba a lanzar. Pero quería darme una segunda oportunidad y no debía nada a nadie. Hay que ser conscientes, 19.61 metros no es una gran marca, pero ahora mismo me da la vida. Cuando lancé en Madrid la semana anterior, seguía pensando que podía no haber acudido y me venía abajo. Estaba con gente de mucho más nivel, pero haberme visto competitivo con ellos en su día y que me sacaran dos metros era frustrante. A Tomás [Fernández, su entrenador] le dije que qué necesidad tenía de estar casi arrastrándome, de dar justificaciones a nadie por cómo estaba... Pero siempre ha sido así toda mi vida. Retirarse a la mitad no va conmigo. No tenía alicientes, tienes dolores, tienes más responsabilidades en otras facetas de la vida... Ahora se ve un poco distinto. La temporada al aire libre es otra historia. Ahora, voy a disfrutarlo, voy a los viajes con la familia.

"Hay que ser conscientes de que 19.61 metros no es una gran marca, pero ahora mismo me da la vida"

–El título llevó la convocatoria para la Copa de Europa a finales de marzo, en Leiría (Portugal).

–Otros años me permitía el lujo de rechazarla. Ahora me ha hecho mucha ilusión. Con la edad que tengo, voy de capitán. Es a final de mes y supone prolongar la forma un mes más. Pensaba más en el verano. También este fin de semana es el Campeonato de España para lanzamientos largos, aquí en Motril, y han incluido el lanzamiento de peso, ya al aire libre. Le hemos perdido un poco el miedo y ahora quiero competir, a ver qué tal sale.

–La mínima olímpica no parece muy accesible.

–Hay una mínima y también un ranking, parecido al de la ATP con el tenis. Hay que echar los cálculos. Son las cinco mejores marcas en el último año. Si es un Campeonato del mundo, de Europa o de tu país pues te dan un plus. Era 20.85 metros pero ahora la subieron a 21.10, que es más que mi marca personal, casi récord España. Estamos en una ola en la que hay mucho nivel y todo el mundo lanza más de 20-21 metros. Como va por ranking mundial la mínima pues han subido por encima de 21. Se clasifican 32, la última vez que miré iba como el 40 en ese ranking. Mi objetivo, siendo honesto, no está en los Juegos. El objetivo era ese, entrar por la repesca. Pero no he visto lanzar más de 20-21 metros nunca. Yo lo voy a intentar, pero es algo muy complicado.

–¿Ha cambiado mucho su rutina de entrenamiento?

–Se entrena menos tiempo e intensidad. En temas de fuerza sí lo mantengo. Me ha costado mucho volver al nivel que tenía antes, la verdad, tras el año parado. Pero hay ejercicios, como salto vertical o en gradas, por el impacto en las rodillas, aunque se supone que todo está bien, que ya no hago porque no me fío. Me siento menos rápido y dinámico. La técnica era lo que peor llevaba, a ver si ha servido de algo estos tiros en Ourense para recuperar esas sensaciones. Lo que era lanzar era lo que peor llevaba, he cambiado la forma de empujar finalmente la bola porque dolía. En fin, es un puzle difícil de encajar.

–¿Cuál será su programa tras la Copa de Europa?

–Un parón de una o dos semanas y vuelta a entrenar, con un poquito menos de intensidad e iremos subiendo. No era partidario de los mítines tras lo de este invierno porque fue peor el remedio que la enfermedad. Era frustrante, pero ahora a ver cómo lo replanteamos todo con más calma.

–Hablaba de más responsabilidades en otras facetas.

–Sigo con mi academia, Aprepol Oposiciones. Y también tenemos ya casi familia numerosa. Lucía tiene tres años y Paula un año más unos meses. Todos los días aprendes algo distinto.

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