La tensa espera terminó, y meses después de caer en Atarfe el Torremolinos puede celebrar su ascenso a Tercera División. Debía esperar a la renuncia de varios equipos, tal y como acabó sucediendo. Primero el Roquetas dejó su plaza al Huércal, hace unas semanas el Motril confirmaba su desaparición y el Atarfe conseguía el ascenso. Finalmente y tras intentar encontrar viabilidad económica de todas las formas posibles, el Nerja renunció a su plaza y le brindó una oportunidad de oro al Torremolinos. Los nerjeños ni siquiera saldrán en Primera Andaluza, lo que también permite el ascenso de Iliturgi para ocupar la plaza que deja vacante el Torremolinos.

El equipo de Carlos Herrera regresa a Tercera División tras muchos años lejos de ella. Han pasado de evitar el descenso a Preferente en la última jornada, a disputar el play off y finalmente conseguir el ascenso de categoría. A pesar de la tensa espera durante un verano en el que no tenían claro donde competirían finalmente, el cuadro torremolinense, que ya había comenzado la pretemporada, espera realizar varias incorporaciones pero mantendrá el bloque de la pasada campaña. Desde el cuerpo técnico tienen claro que la permanencia estará en El Pozuelo, aunque esperan no pagar la novatada en las primeras jornadas de Liga. Les espera un calendario complicado, al menos en su inicio, pero la ilusión ha regresado a uno de los equipos clásicos de la categoría. El 2 de septiembre ante el Ronda, el fútbol de Tercera volverá a Torremolinos y a El Pozuelo.