Balonmano l Liga Asobal

Faltó algo de suerte

  • El Antequera plantó cara al Ciudad Real y dominó gran parte del duelo pero entre Aguinagalde y Sterbik evitaron la sorpresa

Nunca estuvo el Balonmano Antequera tan cerca de vencer al poderoso Ciudad Real. Y nunca lo pasó tan mal el equipo manchego en el Fernando Argüelles.

El equipo de Antonio Carlos Ortega se presentó con sólo un gol de desventaja a falta de un minuto para acabar el partido. El ataque del Ciudad Real apenas sabía qué hacer, encontrándose una y otra vez con el muro defensivo local, y Talant Dujshebaev pidió tiempo muerto. Marcó jugada y, aunque los suyos no le hicieron mucho caso, apareció el mundialista Julen Aguinagalde para poner la puntilla al partido. Segundos después, Jurkiewicz maquilló el marcador hasta el 26-29 final que no hizo justicia al trabajo realizado por uno y otro equipo. Una vez más, el Antequera rozó la gesta hasta el último segundo.

El Ciudad Real, que se presentaba con diez medallistas en Suecia (dos de oro y ocho de bronce) en el reciente Mundial de Suecia, acusó algo el cansancio del torneo mundialista. El equipo malagueño lo aprovechó e hizo una buena primera parte. Los de Ortega fueron siempre por delante en el marcador, salvo en los tempranos empates a 1, 2, 3 y 4, pese a las ausencias de Bakic y Vujovic por problemas con su visado y del lesionado Chispi.

El gran partido en defensa de los locales y la capacidad goleadora de un Nacho Moya sorprendente, de Juanan Ramos y de Rafa Baena, al que Talant reconoció que había pretendido fichar, permitieron que los locales llegaran al descanso con un sorprendente 16-14 en el marcador.

Empezó la segunda parte con los mismos derroteros. Dujshebaev seguía preocupado y no veía soluciones, porque incluso cuando el Antequera se quedó de nuevo con cuatro jugadores su equipo no era capaz de adelantarse en el marcador. Ocurrió finalmente en el minuto 8 de la segunda parte y, desde entonces, los manchegos nunca se dejaron remontar.

Tampoco bajaron los brazos los locales. Pero algunas malas decisiones, las paradas de Sterbik y alguna exclusión les dejaban siempre al borde de igualar el partido. Hasta que un gol de Rafa Baena desde los siete metros puso el 26-27. Llegó entonces el tiempo muerto y los goles de Aguinagalde y Jurkiewicz, que hicieron volar los dos puntos ligueros hasta el Quijote Arena. A punto estuvo el Antequera de dar un vuelco a la Liga Asobal. Faltó una pizca de suerte.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios