Gacelas y leones
El Málaga sueña con una proeza ante uno de los equipos más en forma del mundo Isco, rival por primera vez en La Rosaleda, jugará como titular
Iba a ser un boquerones contra tiburones, pero Ancelotti no sólo quiere cambiar la historia del Madrid, también la de este encuentro. Así que se encargó de titular la previa: "Gacelas y leones". El italiano reveló ayer la fábula con la que quiso alertar a sus jugadores sobre la relajación. "Hay una leyenda que habla de un león y una gacela. El león se levanta pensando en correr para comer. Si no corre, no caza. Y la gacela se levanta pensando en correr para que no le pille el león. Y yo le he dicho a mis jugadores que da igual que se levanten pensando en ser leones o gacelas, que lo importante es correr". Les podría haber dicho que el Valladolid les hizo el trabajo de campo con su zarpazo al Barcelona la semana pasada. O recordado que el año pasado ya mordieron el polvo aquí, pero quizá ello habría desempolvado los fantasmas del origen del Casillismo y no le conviene ahora que tan bien lo está gestionando. Lo cierto es que el Madrid viene a por otro trofeo de caza y el Málaga quiere dejar de sentirse presa. Eso sí, mintió con eso de que correr será el termómetro del partido.
Porque las dosis de calidad con que define el Real Madrid más concienciado y empastado de los últimos años marcan una diferencia brutal con un Málaga cuyo gran aval ahora mismo es que en Pamplona pasó de víctima a asestar un bocado tremendo a otro de los perseguidos en la selva. Además, a los blancos les ha dado por tomarse muy en serio cada test, así que amenazan con partir desde el empate con el Málaga en cuanto a actitud, por más que asome un Clásico a una semana vista.
Y mintió Ancelotti porque no sólo llega con leones. Trae víboras, alacranes, arañas, cocodrilos; bestias que temer pero a las que ya sabe domar Willy Caballero. Hombre de moda en España y Argentina, en la ida paró lo posible y lo imposible y hace un año hasta se rompió un tobillo deteniendo un penalti-mísil de Cristiano Ronaldo. Las apuestas a la victoria del Málaga se pagan muy bien, no tanto las paradas del cancerbero blanquiazul, que no tendrá a técnicos de la selección en la grada pero sí 30.000 almas que romperán en aplausos antes de que siquiera tenga que intervenir.
Y estará Isco, que recuperará la titularidad para poner el elemento divergente en el cacareado spot del Málaga para llenar de orgullo a sus aficionados fieles e intentar ridiculizar a los malagueños que apuesten por el Madrid. A Isco le pasó al revés, tuvo que pintar su camiseta de blanco porque su pujanza y el laxo proyecto del Málaga no podían retenerlo aquí. Da igual el color que vista, los de su corazón no mienten. No celebrará si marca, no será pitado por la grada en una tarde que promete música de viento para todo lo madridista. No romperá la piñata porque el partido no es una fiesta.
Y menos mal que el Málaga ganó en Osasuna y previno necesidades. Asumido por el 95% de seguidores que el 2 es el signo lógico, el "nada que perder" que propugnó Schuster puede ser su trampolín a la proeza de puntuar. Si sale con el mismo talante que el lunes pasado, al menos garantizará dar la lata un rato.
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