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Ganar, ganar o ganar

  • La Copa griega conquistada el año pasado tras ocho años de sequía no ha calmado la sed del gigante, que quiere la Euroliga y derrocar al PAO en casa

El Olympiacos levantó el año pasado su primer trofeo en ocho años. Ganó la Copa griega en la final al Panathinaikos. Hacía ocho años que no se alzaba un título en la sección baloncestística del club del Pireo. Demasiado tiempo, demasiado poco un título copero para el club más caro de Europa, que cayó en la final de la Euroliga ante el redondísimo Barcelona y una vez más en la final de la liga griega, con penoso término por una batalla campal en las gradas del Palacio de la Paz y la Amistad. Desde la campaña 96/97 no gana la Liga, justo el año en el que conquistó su única Euroliga.

El dispendio continua en el equipo ateniense, en el que sólo vale la victoria. De primeras en la Euroliga, después en la Liga. Se marcharon sueldos altísimos como los de Kleiza y Childress, de vuelta a la NBA. Regresó desde allí Nesterovic, se fortaleció con jóvenes como Keselj y expertos como Matt Nielsen, que por cierto será baja hoy. El australiano, ex del Power Electronics, no se recupera de unas molestias físicas. Pero, por encima de todos, brillaron dos fichajes. Para el banquillo de Dusan Ivkovic, con el que el club ganó su Euroliga. Y para el parqué, Vassilis Spanoulis, uno de los iconos del eterno rival, el Panathinaikos. Enorme impacto, arrebatado a base de chequera y un juego de agentes. Compartía el suyo con el de Ivkovic. Líder en solitario en la liga griega (7-0, con victorias de 19 puntos de media), sólo ha perdido este año con Bamberg y Madrid. El quinteto Teodosic-Spanoulis-Papanikolau-Nielsen-Nesterovic ha iniciado los siete partidos hasta ahora. Cambiará en Málaga por la caída de Nielsen.

bases

El tridente formado por Teodosic, Papaloukas y Spanoulis mece la cuna. Casi imposible encontrar en Europa una suma de tanto talento a la hora de llevar el peso del partido. Tres jugadores que serían franquicia en cualquier otro equipo. Papaloukas es el más puro de los directores, los otros juegan como escoltas, incluso coinciden bastante en pista, lo que convierte en imprevisibles las embestidas rojas. Ivkovic señala en la previa que la clave será ahogar las ideas de Blakney y Berni. Así que también tendrán trabajo a la hora de defender.

escoltas y aleros

Teodosic y Spanoulis juegan 30 minutos por partido, así que se reparten los minutos como bases y escoltas, a veces como aleros. Dejan poco hueco para que rasque un gran talento como Halperin, recluido a una pequeña rotación. Juega más Jamon Lucas, reclutado desde el Maroussi y destinado a elevar el nivel defensivo. El joven alero zurdo Papanikolau (2.03) es la apuesta de Ivkovic, que poco a poco mete ahí también a Keselj.

juego interior

Altísima batería de pivots. Nesterovic ha vuelto de la NBA a buen nivel (10-5 de media). Da solidez y sabe jugar. Bourousis sale como suplente, pero su ratio de producción por minuto jugado es brutal. Ha cobrado protagonismo un Mavrokefalides que suma 21 minutos de media. Labores de intendencia. Sin Nielsen, pueden tener más minutos Erceg y el gigante Glyniadakis. Todos con 2.09 o más. Justo lo que marca el techo de altura en el Unicaja.

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