Natación

Gesta de María de Valdés: Plata mundial y billete para París

De Valdés, a la izquierda, con la medalla de plata.

De Valdés, a la izquierda, con la medalla de plata. / Efe

Gesta de la nadadora malagueña María de Valdés (Fuengirola, 1998). En la apertura de los Mundiales de Catar consiguió una fabulosa medalla de plata en la prueba de 10 kilómetros de aguas abiertas. Estuvo a sólo una décima del oro tras dos horas de carrera, con la photo finish. Se lo arrebató en la última brazada la tremenda campeona olímpica y múltiple campeona del mundo Sharon van Rouwendaal, pero no queda sabor amargo, al contrario. De Valdés sube al podio en una prueba del máximo nivel que tenía el plus de repartir 13 plazas directas para los Juegos de París más algunas más por cupos continentales. Una tiene su nombre. 1:57:26.80 fue la marca de la neerlandesa, seguida de la malagueña (1:57:26.90), apenas una décima, casi insignificante tras casi dos horas. Completó el podio la portuguesa Angelica André (1:57:28.20).

El Old Doha Port de la capital de Catar era el escenario de la prueba universal, con ese plus de los billetes olímpicos. Y allí estaba la fuengiroleña, en su segundo intento de ser olímpica. Para Tokio'20 estuvo muy cerca y, paradójicamente, le arrebató la plaza otra malagueña, Paula Ruiz, ya retirada. A sus 25 años, en plena madurez como nadadora, De Valdés, afincada desde hace unos años en La Coruña, se planteaba la prueba con ese reto parisino. Había sido un año 2023 bastante duro. Después de ser subcampeona de Europa en 5 kilómetros en 2022 en Roma, tuvo que pasar por el quirófano para solucionar una lesión que le producía dolores intensos, en la corredera del bíceps. Estuvo cinco meses fuera de competición hasta que volvió ya entrado 2023. Ahí le vino también un durísimo golpe personal, el fallecimiento de su padre.

La carrera de De Valdés fue espectacular. Desde la salida metida entre las cinco primeras, intentando huir de los golpes y agarrones clásicos cuando se marcha en grupo, siguiendo el rimo de las mejores. Se debían dar seis vueltas a un circuito de 1.3 kilómetros y la malagueña estaba en ese Top 5 en cada paso por meta. Sin dar la cara más que lo justo en la cabeza, pero vigilando a Van Rouwendaal, que marcaba el ritmo. Con mucha seguridad, alimentándose debidamente cuando tocaba. Estuvo pendiente de los ataques rivales y salió al que rompió el grupo, el la australiana Moesha Johnson. Le aguantó y dejó que madurara tirando. En los últimos 200 metros De Valdés emergió y parecía llegar en carroza al oro, pero el sprint final poderoso de Van Rouwendaal le quitó subir a lo más alto del podio por ser un poco más rápida a la hora de sacar el brazo.

El talento de María de Valdés era visto como algo especial por la Federación Española, compatibilizaba la piscina larga (800 y 1.500 metros), con presencia también en Europos y Mundiales, con las aguas abiertas, pero finalmente se ha centrado más en el mar. Le faltaba un paso de crecimiento en autoconfianza. Y ahí ha obtenido un grandísimo resultado que le permitirá el sueño de ser olímpica. Y, además, con la tranquilidad de tener ya en febrero la plaza segura y poder planificar con tranquilidad el gran pico de forma en julio para nadar en el Sena sin el agobio de tener que recurrir al Preolímpico. Como premio extra para la natación española, la ilicitana Ángela Martínez, que se entrena becada en Inacua Málaga desde hace varios años, también obtuvo la plaza olímpica gracias a su 13º lugar.

La gran tradición malagueña en la natación tendrá su continuidad en París. Y es que desde que en 1992, en los Juegos de Barcelona, María Peláez consiguiera plaza en los Juegos con sólo 14 años no ha habido unos sin presencia de algún nadador o nadadora de la provincia, antes en la piscina pero ahora también en aguas abiertas. Con los de la capital francesa serán nueve consecutivos gracias a María de Valdés. Peláez estuvo en Barcelona'92, Atlanta'96, Sidney'00, Atenas'04 y Pekín'08, rematando cinco Juegos, algo que ninguna otra nadadora o nadador nacido en España hizo. También estuvieron en Sidney Guillermo Mediano, Ana Belén Palomo y Carmen Collado. La hispano rusa afincada en Málaga Nina Zhivanevskaya también representó a España desde Sidney, donde consiguió medalla. La mijeña Duane da Rocha estuvo en Londres'12 y Río'16, donde también acudió Carlos Peralta. Paula Ruiz fue la representante en Tokio'20.

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