Ciclismo

Gilbert reina en Gibralfaro

  • El ciclista belga da lustre a la llegada en Málaga con una bonita victoria delante de 'Purito' Rodríguez que le vale el liderato · El calor y la subida al León hicieron estragos y descartaron a favoritos como Andy Schleck

Gibralfaro se escribe con g de Gilbert, con g de ganador. Un vencedor de tronío para dar lustre a una bella etapa, la tercera de la Vuelta, que unió Marbella con Málaga tras recorrer el interior de la provincia con el brillante colofón en el castillo que preside la capital. Una etapa dura, con el Puerto del León como elemento castigador a 36 kilómetros de meta, con calor asfixiante y que tuvo consecuencias en la clasificación general, con algunos de los nombres más rimbombantes fuera de combate desde ya. Por ejemplo a Andy Schleck, que entregó 14 minutos en la meta. Decía que no venía a ganar, sino a apoyar a su hermano Frank. No mentía. No mintió tampoco la organización al advertir de la dureza y belleza de la etapa. El final, y el paso previo por el León, se reveló como un acierto en todos los sentidos, competitivo y lúdico. Se pudo disfrutar de un paso más espaciado de los corredores y, aunque logísticamente no era sencillo, se pudo colocar la meta allá arriba.

Era la decimotercera ocasión en la que la Vuelta tenía un final de etapa en Málaga. Habían inscrito su nombre aquí ilustres sprinters italianos como Mario Cipollini, Fabio Baldato o Alessandro Petacchi. En 2000, Alex Zülle ganó el prólogo de 13.3 kilómetros. En 2006, una contrarreloj por equipos que colocó a Carlos Sastre como líder tras la victoria del CSC. Philippe Gilbert, belga de 28 años del Omaga Pharma-Lotto, es un ganador diferente, un clasicómano del más alto nivel que este año ha vencido en el Cauberg, el muro de llegada de la prestigiosa Amstel Gold Race. Que la temporada pasada la acabó haciendo un tríptico incomparable venciendo París-Tours, Giro del Piamonte y uno de los cinco monumentos, las grandes clásicas del ciclismom, el Giro de Lombardía. En las otras cuatro, Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix y Lieja-Bastogne-Lieja, ha tenido destellos. Ha ganado etapas en el Giro y en la Dauphiné. Un corredorazo que superó un cáncer de piel con 25 años y que afila las garras para el Mundial de Melbourne. De premio extra, el maillot de líder.

Gilbert confesó tras la etapa que se levantó temprano para, antes de partir hacia la salida en Marbella, ver in situ la llegada, similar a los muros de las Ardenas en los que está acostumbrado a entrenar y hacer estragos en carrera. Estudió palmo a palmo la llegada y fulminó al poco más de medio centenar de corredores que llegó a las faldas de Gibralfaro. Pilló algo descolocado a Purito Rodríguez, seguro uno de los mejores llegadores en cotas cortas y explosivas del pelotón, lo que en el mundo anglosajón se llama uphill finishers. Ganador en cimas similares, más duras, como Mende en el Tour o Montelupone en Italia, segundo en Lieja, sus objetivos van más allá de la etapa, aunque la tuviera marcada en rojo. Piensa también en la general. Rodríguez arrancó 10 segundos a Igor Antón, el fino escalador vasco; 12 a Nibali, el italiano podio en el pasado Giro; 15 a Menchov; 16 a Frank Schleck y David Arroyo; 22 a Luis León Sánchez o 30 Kreuziger. En fin, diferencias cortas, pero interesantes en la tercera etapa.

El Puerto de Ojén, de salida, seleccionó la carrera e hizo la fuga de la jornada. Egoi Martínez (Euskaltel-Euskadi), Javier Ramírez (Andalucía), Kadri (AG2R), Vanendert (Omega), Cherel (FDJ), Terpstra (Milram) y Serafín Martínez (Xacobeo Galicia) cabalgaron por los bellos parajes del interior de la provincia. Este último, Martínez, fue el protagonista del día, atrapado en el último kilómetros tras coronar en solitario el León, la Reina para los cicloturistas locales. Una subida constante de 900 metros de desnivel, quizá un descubrimiento para los organizadores. Mató a Schleck y dejó tocado a Gilbert, que se descolgó y enlazó en el descenso. En 1972 la coronó el Tarangu Fuente, legendario escalador asturiano, en el único paso documentado de esta dificultad en la historia de la Vuelta, en una etapa que unía Fuengirola y Cabra. Le mataron a Martínez los kilómetros de autovía, el pelotón jugó con él.

En fin, un éxito deportivo con un ganador del máximo nivel y un gran espectáculo. Muchos aficionados en Gibralfaro, algunos en el León, también en el transcurrir por las calles de Málaga. Pero un logro deportivo y también publicitario. En el término municipal de la capital hay un puerto que tumbó a Andy Schleck. Quién lo diría.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios