No será hasta mañana cuando comuniquen a Javi Gracia de cuántos centímetros es la rotura de fibras que sufrió Ignacio Camacho en El Molinón (cada uno suele equivaler a una semana de baja). No obstante, tras hablar con él ayer y viendo cómo ocurrió todo, el técnico blanquiazul ya va asumiendo que durante al menos un mes no podrá contar con uno de sus pilares fundamentales.

Se lo toma con resignación el preparador malaguista, que únicamente ha podido contar con él durante 115 minutos esta temporada. No será un revés en cuanto a búsqueda de soluciones porque lleva mentalizado en ello desde antes de que comenzara la competición. No obstante, ya había pasado lo peor y contaba con que fuera reintegrándose de manera progresiva para alcanzar su mejor nivel en las jornadas venideras y ser de nuevo la brújula del equipo.

El palo también es muy duro para el centrocampista maño, que ya empieza a temer que la temporada se le pueda complicar. Las dos lesiones musculares tras una pretemporada un tanto rara le llevará a tener más precaución si cabe que la que tuvo cuando fue operado de pubalgia por segunda vez.

Por su parte, Roberto Rosales, que se marchó del campo del Sporting con alguna que otra molestia en la pierna izquierda, ayer se ejercitó sin problemas con el resto de titulares que disputaron el encuentro, aunque tampoco fue una sesión lo suficientemente exigente como para saber si esos problemas pueden ir a más o el resto de la semana.