El Hexa cae en casa ante el Naranco y se ve obligado a ganar el choque de vuelta

Uno de los jugadores del Hexa arma el brazo para lanzar.
Uno de los jugadores del Hexa arma el brazo para lanzar.
Redacción / Málaga

18 de mayo 2008 - 05:02

El Hexa Aldemar Maristas dejó pasar ayer una gran oportunidad para poner un pie y medio en la División de Honor B tras caer derrotado por 27-28 ante el Lacera Naranco de Oviedo en un día en el que el balonmano malagueño reunió sus fuerzas para que los deportistas locales lograran la vitoria en el pabellón colegial de la capital costasoleña.

La presión ejercida por el numeroso público hizo que los malagueños se centraran más en agradar a los aficionados que en el juego, un hecho que los asturianos aprovecharon para adelantarse en el marcador (2-8) tras quince minutos de juego.

El técnico Juanjo Fernández solicitó un tiempo muerto tras el cual el equipo reaccionó, se desquitó de la presión y consiguió reducir la renta a un solo gol a seis minutos para alcanzar el descanso. Pero los deVillaldea acabaron dejando el electrónico en 12-16.

En la segunda mitad del envite, los malagueños hicieron uso de la garra andaluza y lograron sobrellevar el partido hasta colocarse a diez minutos del final con un empate a 22. El pabellón del colegio capitalino se fundió en aplausos y gritos de ánimo hacia sus jugadores, pero no pudo ser.

Los de Fernández no consiguieron ponerse por delante en el marcador y jugaron los restantes minutos intentando evitar que los asturianos se alejaran. Finalmente, los ovetenses consiguieron ganar el envite de uno, lo que empeora la situación para los malagueños.

Tras este partido de ida, el Hexa Aldemar volverá a medirse al Lacera Naranco la próxima semana, en esta ocasión en tierras asturianas, y allí intentará imponerse a los locales. Esta derrota obliga a los malagueños a ganar por más de un gol el próximo fin de semana, única forma que tendría el Hexa de ascender a la categoría de plata del balonmano español.

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