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Histórico Domantas

  • El ala-pívot lituano se convierte en el jugador más joven en vestir la camiseta del Unicaja con 17 años, 5 meses y 10 días Supera al mallorquín Miki Servera por diez días

El nombre y apellidos de Domantas Sabonis queda, a partir del partido de ayer, grabado en la historia del Unicaja. El joven ala-pívot lituano se convirtió en el jugador más joven en vestir la camiseta verde en un partido oficial. Lo hizo con 17 años, 5 meses y 10 días. Superó así al base mallorquín Miki Servera, quien lo hiciera diez días más mayor.

El ala-pívot, todavía con ficha junior, es, según Plaza, "jugador de la primera plantilla" al 100%. Así lo demostró cuando, a falta de poco más de tres minutos y medio para el final del primer cuarto, Sabonis se quitaba el chándal y pedía el cambio a la mesa, recibiendo las últimas instrucciones del técnico catalán. Quedaba 3:24 para el término del primer periodo cuando se retiró Caner-Medley para dar entrada al lituano. Su primera acción positiva fue la de dar una asistencia a su compatriota Kuzminskas para que éste anotase bajo aro.

La grada tiene ganas de que un chaval de la cantera juegue con asiduidad en la primera plantilla y el báltico tiene todo a favor para convertirse en uno de los ídolos de la grada malagueña. Su salida fue ovacionada por los 7.150 espectadores que poblaron las gradas del Martín Carpena. Y Sabonis no decepcionó.

Como si no fuese con él la cosa, el lituano jugó sin aparentes nervios. Apenas se notó su bisoñez en el campo y sus larguísimos brazos aguaron a los interiores del Estudiantes, especialmente a Dejan Ivanov y a Marko Banic.

Fue el sustituto de Caner-Medley en todo el partido. Jugó como si fuese un veterano. Plaza lo utilizó principalmente para jugar en el poste alto cuando los madrileños se pusieron en zona para parar el vendaval verde. Sabonis fue el primero en llegar, tanto a defender y evitar una canasta con su intimidación, como para correr el contraataque y anotar bandejas a la contra.

El Unicaja jugó mejor con él en pista que en el banquillo. Así lo aseguran sus números. El cuadro verde ganó por 25 puntos al conjunto colegial cuando Sabonis disputaba el partido, siendo el mejor de los malagueños en este apartado específico. A esto hay que añadir los 6 puntos que convirtió (2/3 en tiros de dos y 2/4 en tiros libres) y 3 rebotes para terminar con 9 de valoración. El lituano acabó jugando 15 minutos y 23 segundos, más que otros componentes como Hettsheimeir o Stimac y casi lo mismo que Kuzminskas. Un valor en alza.

Quizá el único pero que se le puede reprochar a Sabonis es su lanzamiento en el tiro libre, con un 50% desde la línea de 4 metros y medio. Sin embargo, todo lo demás lo hizo bien. Incluso llegó a poner un tapón a Banic.

Todo el mundo está rendido a su calidad y a su trabajo. Sin haber cumplido la mayoría de edad, no hay nadie de los que han tratado con Domantas que no tenga palabras buenas. Joan Plaza, después del partido, afirmó sobre el báltico que "estoy muy satisfecho con él. Los jugadores lo han arropado al primer error. Le han estimulado incluso a que tirara más alguna vez que no tiró".

El técnico catalán quedó realmente contento con la actitud de Domantas. "Ha jugado con esta tranquilidad de cometer errores, que los ha cometido de tirar y fallar sabiendo que estaba haciendo cosas que habíamos entrenado anteriormente", manifestó Plaza en rueda de prensa.

No le importó al ala-pívot tener delante a un histórico como Miso o a un interior fuerte como Ivanov. Sabonis entraba con toda su fuerza hacia canasta, unas veces doblando el balón; otras veces lanzando a canasta. Nada le asustó al joven en su debut en la máxima categoría y con el equipo en el que se ha formado desde que de pequeño iniciara sus entrenamientos en Los Guindos.

Su carné de identidad dice que no llega a los 18 años. El profesional, que puede tener todos los años que quiera y desee. Así lo aclaró Plaza al término del partido: "Se está ganando el respeto tanto en los entrenamientos que ya ni los mismos jugadores saben que tiene 17 años. Y está recibiendo unas hostias en los entrenamientos... Y eso es porque él se está elevando, se está encontrando cómodo".

El técnico, sin embargo, quiere quitarle toda la presión al lituano. "Sabe que cualquier error que pueda cometer es mío, no de él. Del que lo pone, del que se arriesga, es mío gracias a toda la gente que ha trabajado con él previamente", declaraba el catalán.

El entrenador cajista lo retiró por última vez de la cancha cuando quedaban 6:35 para el término del encuentro. La afición se puso en pie para ovacionar a la futura estrella del baloncesto. El Martín Carpena sabe reconocer a los grandes jugadores y así lo hizo cuando Caner-Medley sustituyó al báltico en el último cuarto.

A Domantas le espera un futuro brillante y un presente para recordar. De momento ya se ha ganado a la hinchada verde con su desparpajo en cancha, impropio de un joven de su edad. Ahora le queda seguir mejorando día a día, entrenamiento a entrenamiento, y aprovechar los minutos de los que disponga en pista.

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