Baloncesto - liga endesa

El Unicaja va en moto (97-78)

  • Arrebatador e ilusionante comienzo de temporada del equipo de Joan Plaza, que barrió de la pista a un Estudiantes pobretón Granger y Dragic brillaron, Sabonis y Conde debutaron.

El pasado viernes Joan Plaza aparecía por Carranque, a punto para el Clínicas-Palencia, con un casco en su mano, presto para tragarse entero el partido del equipo vinculado. El técnico llegó en moto, confesó en alguna entrevista su amor por las dos ruedas, por ese sentimiento de libertad que otorgan. Su Unicaja, aún en el esqueleto, va en moto, como el responsable del equipo, al galope como un caballo desbocado, con lo que ello implica. A veces se necesita trote. Con alguna precipitación, lógica en estos albores de la temporada, pero existe una idea y un propósito que cautivó a un Carpena predispuesto a entregarse. Recibió a Plaza con una ovación sonora y rotunda, como si se encomendara a él como último recurso para que al fin regresen los buenos tiempos y se alejen las nubes. Como si fuera un eje sobre el que virar una tendencia.

El comienzo de temporada fue arrollador, en una sinfonía de 15 minutos iniciales asombrosos que acabaron con la incertidumbre del partido (42-12). 30 puntos de ventaja en 15 minutos supone adquirir dos de renta por minuto, una pasada. Sólo se explica desde el equilibrio entre la defensa y el ataque. Para contextualizar y mantener los pies en el suelo, el Estudiantes es un rival blandengue a día de hoy. Con calidad en ciertos jugadores, pero disminuido por la baja de Lucas Nogueira en un juego interior que dio más de un pase de pecho ante el ataque del Unicaja, que había arrebatado emoción pero no ganas de verle, al contrario.

La victoria se explica por muchas razones. El entusiasmo que derrocha el equipo de Plaza es contagioso, aunque los 7.150 espectadores que acudieron al Carpena serán más. Seguro que volverán y crecerán. El Unicaja negó canastas sencillas al Estudiantes desde el inicio. Acabó el equipo madrileño con sólo seis puntos en 10 minutos. Plaza pretende que su equipo arriesgue en defensa, que se anticipe a las líneas de pase, que no recule. Si el pívot debe salir a nueve metros, sale. Nadie se acordó de Toolson ni de Urtasun, tampoco de ningún base porque Calloway y Granger se complentaron para marcar una intensidad notable. Un parcial de 15-0, ya con la primera rotación completa en pista, fue el click que rompió todo. Granger saldó alguna cuenta pendiente o simplemente demostró que el baloncesto que lleva dentro y que quiere probar a nivel Euroliga fluyó. Grande en la anotación y con alguna fantasía para dar pases, cualidad que no se le atribuye cuando se le describe. Dragic es una flecha dañina porque a su repertorio ha añadido la amenaza del tiro. El trabajo va dando sus frutos. Y de mente ahora mismo va sobrado, se siente capaz de saltar por encima de un camión, de romper puertas con la cabeza o cualquier barbaridad que se le ocurra. Con el juego exterior tan disminuido por los problemas físicos, será capital en este inicio de temporada. Aunque se registró la aparición de Sergi Vidal, que ni él mismo esperaba. Jugó 12 minutos, se lanzó dos veces al suelo para pelear balones y ofreció buen aspecto pese a haber entrenado con el equipo sólo durante la semana pasada. Será necesario.

En ese momento de ruptura del partido estaba en pista Domantas Sabonis, un acontecimiento para él, para el club, para el baloncesto. Al peso de su apellido contrapone un natural talento para jugar a este deporte. Desde la planta ya entra por los ojos, cuando se detecta su capacidad para pasar el balón o su instinto para ir al rebote se confirma que es un proyecto de primerísimo nivel. Plaza ha apadrinado a Domas y para cualquier joven, también para los mayroes, es una bendición que el entrenador apueste por él. No desentonó, su juego fluyó, anotó dos canastas, una con la izquierda ganando centímetros estrellándose contra el rival y otra con la derecha en un contraataque. Dos tiros libres de cuatro metió, una faceta del juego en el que debe progresar. Hay que dejarle progresar con tranquilidad, pero el camino lo tiene para correr.

Plaza se ha hecho una composición rápida de lugar del club y de lo que se demanda en Málaga. No cuesta nada en un partido encarrilado dar minutos a Luis Conde, también en su debut oficial en la Liga Endesa tras haberse estrenado la pasada campaña en la Euroliga. Son guiños que ilusionan y que siembran. Si alguien es bueno no será postergado, que no quede ese poso de duda o esa frustración por ver triunfar a alguien en otro lado. Conde casi jugó más que Alberto Díaz en toda la campaña pasada.

Todo, en realidad, es relativo. Las apuestas se demuestran con continuidad, como las actuaciones y las victorias, que serán más valiosas en otros escenarios mucho más incómodos que ayer, sin ir más lejos el próximo viernes en El Pireo. La idea está y los propios jugadores son los que más convencidos andan. La segunda parte fue un laboratorio de pruebas e ideas. Miso se puso juguetón y anotó cinco triples para rebajar la renta cajista a la mitad, hasta 16 puntos (76-60). Dragic se puso serio y apaciguó el amago de revuelta estudiantil. Stimac, al que el Carpena acogió de primeras por su entrega, tuvo espacio para el lucimiento. Su aspecto tosco engaña algo, tiene un par de movimientos interesantes cerca del aro y es capaz de correr la pista rápido, el credo de Plaza. Fran Vázquez está menos presionado, Suárez es capaz de hacer muchas cosas distintas bien porque tiene tiempo para expresarse, Caner-Medley es poderoso en los dos aros... La versión del Unicaja fue más terrenal tras el paso por los vestuarios, pero asustaría que el equipo estuviera a tope con tan pocas sesiones de trabajo conjuntas. En fin, un Unicaja para soñar con el que hay que ser pacientes. Pero la ilusión está ahí. Pocas cosas más edificantes para un aficionado creer que su equipo es bueno y que desee con fervor que llegue el próximo encuentro.

Ficha técnica: 

97 - Unicaja (24+33+19+21): Calloway (7), Dragic (13), Suárez (7), Caner-Medley (10), Fran Vázquez (6) -cinco inicial-, Conde (-), Sabonis (6), Vidal (5), Granger (19), Kuzminskas (8), Hettsheimeir (5) y Stimac (11). 

78 - Asefa Estudiantes (6+24+28+20): Colom (9), Kuric (16), Rabaseda (8), Marko Banic (8), Ivanov (4) -cinco inicial-, Fran Guerra (-), Jaime Fernández (10), Vicedo (-), Juan Alberto Hernangómez (-) y Miso (23). 

Árbitros: Bultó, Martínez Díez y Rial. Eliminaron por cinco faltas personales a los visitantes Fran Guerra (m.34) y Rabaseda (m.40). 

Incidencias: Partido de la primera jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio José María Martín Carpena ante unos seis mil espectadores. 

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