Incertidumbre y cautela, reinas de Melbourne

Todos los equipos abogan por la cautela y ninguno se arriesga a pronosticar lo que ocurrirá cuando los semáforos se apaguen el domingo y dé comienzo el primer gran premio de la temporada.

Nadie lo sabe, o al menos nadie se atreve a decir quién ganará la primera carrera del año. "Realmente no lo sé. Es difícil saber en qué punto está cada uno", señaló el de McLaren Lewis Hamilton, una respuesta que repiten el resto de pilotos como si de una consigna se tratase. Los jefes de equipo coinciden al decir que la competición será muy apretada y nadie es capz de pronosticar quién será el ganador en Melbourne.

Como ya es costumbre, el rival a batir en Australia será el alemán Sebastián Vettel, actual campeón del mundo y ganador el año pasado en el circuito de Albert Park. Pero la precaución también reina en Red Bull, no se sabe si por temor o por estrategia. "Las primeras carreras mostrarán la tendencia. Antes no creo que sea posible", dijo precavido el alemán, que decoró su monoplaza con una muñeca de la reina Isabel II, fiel al color lila de sus vestimentas y con un gesto altanero hacia la competencia.

El pasado año Vettel obtuvo la victoria en Australia y luego se proclamó campeón del mundo. Lo mismo hicieron en su momento Fernando Alonso, el británico Jenson Button y el alemán Michael Schumacher, quien comienza su tercera campaña con Mercedes con un entusiasmo desenfrenado. "Nuestra meta no es otra que llevar a Mercedes a la victoria y hacerlo campeón. Para eso vine y lo quiero lograr", afirmó el siete veces campeón del mundo, quien, sin embargo, no gana una carrera desde el 1 de octubre de 2006 (China).

El nuevo bólido de Mercedes, el F1 W03, alimentó las esperanzas de victoria de Schumacher, aunque el jefe de la escudería, Ross Brawn, no levanta los pies del suelo. "Michael es un poco optimista", comentó sobre la posibilidad de poder ganar en Australia.

En Ferrari también son cautelosos sobre el comportamiento de su nuevo coche. "El objetivo es llegar a noviembre con un punto más que el segundo", comentó Alonso, que añadió: "Quizá en esta carrera no seamos tan rápidos como otros, pero esto es como un Tour de Francia, con 20 etapas y estamos en el prólogo. Hay que ser campeones en noviembre, no ahora", afirmó el asturiano, que se mostró convencido de que "tarde o temprano" Ferrari acabará ganando carreras y luchando por el título.