Previa

Incordio o reactivo

  • El Unicaja se mide a un Panathinaikos lanzado en el purgatorio de la segunda vuelta. Último partido de Dimitris Diamantidis en Málaga.

Cuando el entrenador asume públicamente que "hay que priorizar" se da por sentado que la Euroliga se da por perdida. Pero, como recalca Plaza también, no es cuestión de arrastrarse. Hay una imagen, una historia que, seguramente, escribe sus últimos capítulos en este libro. Viene el Panathinaikos por Málaga, es la última vez que actuará en el Carpena uno de los mejores jugadores europeos del siglo XXI, Dimitris Diamantidis, que ya anunció su retirada para el final de esta temporada. Sólo por eso merece la pena acercarse esta noche al Carpena. El zurdo de Salónica ganó tres Euroligas (con dos MVP de la Final Four y uno de toda la temporada) y fue seis veces mejor defensor de la competición. Apura sus últimos sorbos de baloncesto y los aficionados también tienen derecho a paladearlo. Como todos los gigantes de la competición, Diamantidis y el Panathinaikos también hincaron la rodilla en Málaga repetidamente.

Un Unicaja confeccionado para llegar lejos en la Euroliga, ahí radicaba el campo de mejora más claro respecto a las dos últimas temporada, se encuentra con que le sobra media vuelta del Top 16 y que ahora es la Liga ACB la competición en la que hay que focalizar. Puede ser un incordio la Euroliga, pero también un reactivo para competir sin presión y recuperar unas sensaciones olvidadas. No juega Nedovic por su contusión en la cadera y seguramente tendrá minutos como dos Kuzminskas y podrán jugar los canteranos Romaric Belemene y Kenan Karahodzic. Edwin Jackson y Richard Hendrix, quizá los jugadores con los que Plaza tiene menos feeling, están en la diana. Como, en general, todo el equipo cajista, apenas ningún jugador ha rendido acorde a lo que se esperaba.

No era éste el Top 16 que se imaginaba cuando en diciembre se conocieron los grupos y se estimó que se podía pelear por regresar nueve años después al Top 8. Son las últimas noches de Euroliga en el Carpena y se trata de disfrutarlas y no padecerlas. Pueden ser un incordio o también un reactivo para levantar. Enfrente, un Panathinaikos que ganó sus cuatro últimos partidos.

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