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"Intentó clavarme un bolígrafo en el costado"

  • Un árbitro denuncia insultos y amenazas y suspende un partido entre Unión Manilva y Villanueva Rosario

Apenas había transcurrido una semana desde la trifulca que se saldó con un entrenador del Lauro hospitalizado cuando el fútbol malagueño volvía a quedar empañado. Los hechos tuvieron lugar el jueves por la noche mientras se disputaba un encuentro de categoría 2ª Andaluza Senior disputado entre los equipos CD Unión Manilva CF y UD Villanueva Rosario. Un árbitro sufrió insultos, amenazas y un intento de agresión por parte de un jugador del primer club mencionado en el minuto 68 después de mostrarle la tarjeta roja. "Te has cargado el partido, hijo de la gran puta, me voy a encargar de hundirte la vida, que soy abogado", espetó al colegiado, según consta en el acta. Tras pronunciar esas palabras, le "arrebató" el bolígrafo que sujetaba con la mano izquierda e "intentó clavárselo en el costado izquierdo". El árbitro logró zafarse.

Fue entonces cuando decidió interrumpir de forma temporal el partido hasta que se personara la Policía, ya que consideraba que su integridad física y la de su asistente "corría peligro". En el minuto 73, tras suspenderlo por no poseer el CD Unión Manilva el mínimo de 7 jugadores para continuar jugando, de camino al vestuario arbitral, un dorsal, según recoge el acta, se dirigió al árbitro en los siguientes términos: "Me cago en tus muertos, te has cargado el partido, pedazo de cabrón, eres un hijo de puta, me voy a bajar los pantalones en tu cara", motivo por el que se le expulsó.

Delante de la puerta de los vestuarios, los asistentes y el colegiado "fueron rodeados por aficionados del equipo local, identificados como tal por su descontento con las medidas disciplinarias que se tomaron contra dicho equipo". "Se dirigieron a nosotros en actitud hostil mientras pronunciaban estas palabras: "¡No veas la que estáis liando!. Os vamos a matar, hijos de puta. Vaya árbitros de mierda que sois", explicó el árbitro, quien precisó que la "posible agresión" de estos espectadores fue evitada por la rápida actuación del delegado de campo, que abrió la puerta del vestuario antes de que los aficionados consiguiesen acercarse lo suficiente. Después, dio aviso a las fuerzas de orden público.

Ese mismo equipo ya había protagonizado otros altercados, afirmó uno de los portavoces de un grupo de árbitros que tienen previsto constituirse como sindicato y que mostró su sorpresa ante la "brutal escalada de violencia" que el colectivo, aseveró, está sufriendo. En los últimos seis meses han sido varios los casos que han denunciado, entre ellos el de un joven que recibió un puñetazo en la cara mientras dirigía un partido entre cadetes.

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