Italia añora un poco de 'catenaccio'

Ocho goles encajados y 41 disparos contra su puerta en tres partidos: la nueva Italia de Cesare Prandelli presume de juego ofensivo y de tratar bien la pelota, pero está mostrando también una desconocida debilidad en la defensa. "Debemos recibir menos goles; encajamos muchos, algo que no va en consonancia con nuestra calidad y nuestra fuerza", reclamó el arquero Gianluigi Buffon.

La canarinha disparó 14 veces sobre su arco, tres menos que Japón, que el miércoles hizo tres goles al equipo azzurro. "Estos italianos nunca entendieron el arte de defender", ironizó en Twitterel ex delantero inglés Gary Lineker tras el partido contra Japón. Los cuatro tantos de Brasil elevaron a ocho los sufridos en una primera fase de un gran campeonato, un nuevo récord negativo en la historia de Italia. "Son demasiados goles", constató Giorgio Chiellini, el jefe de la zaga, preocupado por los tantos encajados a balón parado (seis de los ocho).

El ADN del calcio fue siempre la defensa, base para unos éxitos infravalorados por la peyorativa etiqueta del catenaccio (cerrojo) y hábitat para figuras como Scirea, Bergomi, Baresi, Maldini o Cannavaro, el último zaguero en ser elegido Balón de Oro. Ahora el eje de la retaguardia lo componen Chiellini y Barzagli. Ambos, al igual que Bonucci, sufren para salir con la pelota, por lo que Japón y Brasil tuvieron éxito al elevar la línea de presión. Italia, país de históricos centrales, no ofrece recambios a la vista. Y a eso hay que sumar que Buffon no está siendo el salvador de otras ocasiones y que tanto Barzagli como el joven lateral zurdo De Sciglio han cometido graves errores saldados con sendos penales en contra. "No es un problema de la defensa, sino del equipo", se defendió Chiellini.