Este verano había varios nombres que Joan Plaza tenía señalados en rojo. Uno de ellos era el de Aaron Jackson. El base del CSKA no atravesaba su mejor momento en el conjunto ruso. Bajo la dirección de Messina no tuvo la libertad y la importancia que esperaba. Y se planteó salir. Su elevado salario podría ser un gran impedimento, sobre todo teniendo en cuenta las novias que podían surgir entre los equipos importantes de la Euroliga. Fue entonces cuando el técnico catalán entró en acción y tanteó al norteamericano. Hubo feeling.

Pero los acontecimientos se sucedieron contrarios a los designios del entrenador cajista. Messina salió del CSKA reclamado por Popovic para sus Spurs, flamantes campeones de la NBA. Una oferta irrechazable. Tampoco estaba obteniendo los resultados esperados en Moscú.

La llegada de Dimitris Itoudis cambió la situación de Jackson radicalmente. Apostó por él desde su llegado y con un millón limpio de salario, cantidad prohibitivo par el Unicaja, hubo poco más que hablar. Se esfumaba un viejo sueño cajista y uno de los nombres por los que apostó Plaza para este segundo proyecto. Ahora, sus números no están siendo los esperados. 7 puntos en apenas 23 minutos de media. Unas cifras algo escasas para lo que Jackson venía acostumbrando. Si bien es cierto que tiene compañeros que asumen mucho más la bola en ataque y que Teodosic está rallando un nivel muy similar al del pasado Mundial, lo que le hace prácticamente imparable.

Pese a todo, es el cuarto jugador que más minutos disputa en el conjunto ruso, sólo por detrás de Weems, Vorontsevich y Teodosic. Itoudis ha demostrado tener mucha confianza en él hasta el momento. Su CSKA destaca como equipo por encima de las potentes individuales que atesora en plantilla. Acumulan la segunda mejor valoración de las tres jornadas de Euroliga (108,66), además de encontrarse en segunda posición en cuanto a puntos anotados (86,33) y a rebotes capturados (40,33). Por si fuera poco, es el tercer mejor equipo en asistencias, con 21 pases de canasta por encuentro. Una auténtica demostración numérica del potencial ofensivo que se va a encontrar enfrente el Unicaja mañana. Todo con Aaron Jackson en contra. Lo que pudo ser y no fue.