La primera de las dos semanas de parón es la más rara, puesto que los internacionales dejan casi huérfanos los entrenamientos y el fin de semana se suele dar un descanso inusual. En la siguiente ya se empieza a trabajar a destajo en el siguiente partido y los futbolistas llegan escalonadamente de sus selecciones. En ese punto volvió a arrancar ayer el Málaga, que no tenía actividad desde el viernes por la mañana. Hay tarea por delante, aunque falten por venir la mayoría. Queda el poso del triunfo ante el Athletic, pero sigue habiendo mucho trabajo por delante. No se aprecia evolución en el equipo, que ha fraguado sus dos triunfos con remontadas y pinceladas de inspiración. Y es que el técnico, como se puede apreciar en las principales vértebras, centrales, doble pivote y delantera, no termina de pulsar el botón verde.

Salvo en la portería, con Kameni; en el lateral derecho, propiedad exclusiva de Rosales, y Camacho, que en todo momento ha sido un fijo del doble pivote, en todas las líneas ha habido rotaciones y cambios. El propio Juande ha asegurado que esas variaciones obedecen a la búsqueda de esa idea de juego que persigue.

La lesión de Weligton y la sanción de Koné volverán a trastocar el eje central. Con Mikel Villanueva en un segundo plano por decisión técnica, todo apunta a que Diego Llorente y Miguel Torres, como ante el Betis, serán los que ocupen esa demarcación en Mendizorroza. No fue de los peores días de la zaga, al contrario; el madrileño mostró muy buenas maneras, mejor que cualquiera de los que ha pasado por ahí. La falta de alternativas apenas da opciones a Juande. No obstante, ahí queda el recurso a Camacho del último encuentro, aunque cabe recordar el asterisco de que el Athletic jugaba con diez y el Málaga perdía poe 0-1.

De hecho, ese sistema obligaría a cambiar de rebote la pareja de medios centro. Y Camacho es innegociable para el técnico manchego, que en siete partidos siempre lo ha mantenido. En cinco de ellos Recio fue su pareja, por dos de Kuzmanovic. El serbo-suizo parecía haber ganado el puesto hasta que una tendinopatía le dejó fuera en el último duelo. Claro que también entró por problemas de Recio. Uno u otro es la gran duda que tiene que resolver el entrenador blanquiazul para medirse al Alavés.

Más estable se presenta en los últimos partidos la delantera. Juande cree que la presencia de dos delanteros ofrece mayor comodidad, así que Charles y Sandro han aparecido inamovibles en las últimas semanas. Más fijo el brasileño, con libertad de movimientos el canario, lo cual ha devuelto a Juanpi a posiciones de interior. El venezolano había comenzado el curso como segundo punta en una posición más protagonista a la hora de la finalización.