EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
No corren buenos tiempos para Thomas Kelati. Sólo estuvo una temporada en Málaga, pero dejó una estela de bonhomía y afabilidad en el vestuario cajista. Hace unos días falleció su madre, aquejada de una larga enfermedad degenerativa que perjudicó el rendimiento del jugador de origen eritreo la pasada temporada. Ahora, Kelati recibió otro golpe, esta vez de índole deportiva. El Olympiacos, equipo con el que a principios de verano había firmado un compromiso, ha decidido prescindir de sus servicios aduciendo un problema en sus rodillas detectado en el reconocimiento médico.
Kelati, que ya había sido presentado con la camiseta roja del Olympiacos y que la pasada temporada no tuvo problemas serios de lesiones en el Unicaja, deja su puesto a Von Wafer, un jugador que procede de los Houston Rockets y firmará un contrato bianual por un montante total de cinco millones de euros. No llega al nivel de que firmó el año pasado Josh Childress, también reclutado desde la NBA por los magnates del club griego, pero le anda lejos.
El Olympiacos, hay que recordar, es rival del Unicaja en la primera fase de la Euroliga, junto a Partizan, Efes Pilsen y Lietuvos Rytas más uno equipo que procederá de la fase previa.
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