Y cuando por fin se alza el telón, lo hace en un mal momento para el Málaga. El arranque de la competición, en una segunda jornada con sabor a primera, llega emparejado a la mala noticia de que Julio Baptista no estará disponible. El edema que arrastraba en el sóleo de su pierna izquierda parecía menos grave de lo que realmente será. No para dramas, pero sí para que se autodescarte para el partido de pasado mañana en el Sánchez Pizjuán. 

El máximo goleador del pasado mercado de invierno lo explicó de manera coherente. "Es mejor ser prudente y perderse un partido que perder dos meses de Liga", señaló en los micrófonos de Canal Sur. Después del encuentro contra el equipo de Marcelino habrá un parón por las selecciones que ha llevado a consensuar la decisión: "Vamos a recuperarnos con los tratamientos, es lo mejor". 

Le sabe mal a la afición, que se ha encaprichado con él. Le sabe mal a Manuel Pellegrini, cuyo once de gala se rompe para el debut liguero. Y le sabe muy mal al interesado, que se queda sin pisar el campo que le hizo importante en nuestro fútbol: "Me hacía ilusión regresar a Sevilla porque allí la gente me trata bien y le tengo mucho cariño a la ciudad". 

Su ausencia temporal abre el debate sobre su sustituto. Rondón, delantero, es el recambio desde el lógico cambio de piezas. Sebastián Fernández daría continuidad a esa idea. Y, finalmente, el Ingeniero podría adaptar como segundo punta a Isco, Buonanotte o Duda (o incluso alineando a alguno de estos dos en la banda izquierda para situar a Cazorla en la mediapunta). 

Precisamente el portugués habló ayer de que, pase lo que pase, Pellegrini tendrá la garantía de poder contar con un once bastante competitivo: "Es bueno que haya competencia y que sea sana en todas las posiciones. Todos juntos es el camino que tenemos que llevar para conseguir los objetivos en el colectivo. Cuando haya que jugar estaremos al cien por cien". Quien tampoco se lo quiere perder es el vicepresidente y consejero delegado Abdullah Ghubn. El dirigente jordano está intentando adelantar su vuelta a Málaga para sentarse en el palco del Sánchez Pizjuán.