Lotería con bolas propias

Se acaban las elucubraciones, se habla en la cancha. ¿Vendrá el Caja Laboral con el freno de mano? Importa poco a partir de hoy a las 12:30 horas (Canal Sur 2). Cuentas sencillas, hoja de ruta clara. El Unicaja depende de sí mismo para alcanzar el quinto puesto. El premio es enfrentarse al Power Electronics. Si se pierde, caerá al sexto lugar, si también es derrotado el Estudiantes en Santiago. O al séptimo si los colegiales ganan en la pista del Xacobeo. En el primer caso el rival sería el Real Madrid y en el segundo el Caja Laboral. Se subasta la lotería del play off, pero el Unicaja tiene la opción de introducir sus bola para que el sorteo le sea favorable.

Máximo respeto para el conjunto valenciano, que ha realizado, está realizando, una temporada admirable. Pero la impresión extendida es, admitiendo el favoritismo rival, que se puede competir con ellos mirándoles a la cara. Se duda más de que se consiga hacerlo ante Real Madrid o Caja Laboral. Precisamente es el conjunto vasco el que llega a Málaga en el cierre de la temporada regular. Si ganan, muy probablemente el Unicaja sería su rival en cuartos. Atendiendo a la historia reciente de duelos directos, sería el escenario ideal para los de Ivanovic. En los tres últimos años se han medido ambos equipos en 12 ocasiones, todas con triunfo vitoriano. Cinco en liga regular, otras cinco en play off y dos en Copa del Rey. Diferencia media de 13 puntos para el Baskonia. Algunos ejercicios de impotencia máxima y otros encuentros peleados, pero siempre el mismo equipo con más puntos en el electrónico. Pero el Unicaja sigue gozando del respeto de rivales a los que hasta no hace mucho sometía con frecuencia.

Atendiendo a las declaraciones de los protagonistas, hay partido y tela por cortar. Los mensajes que llegan desde Vitoria es que el equipo viene a prepararse para las eliminatorias por el título sin dejar de competir. "Nuestro objetivo es preparar el play off y que jugadores como Milt Palacio cojan ritmo. Pero esto no significa que salgamos a perder el partido", asegura el siempre exigente Dusko Ivanovic. "El Baskonia no juega para perder", dice escueto pero contundente Tiago Splitter. "Son estupideces, quien quiera especular que no cuente conmigo", aseguraba días atrás Aíto García Reneses.

En fin, se trata de vencer y de progresar en el juego cada día. Es el propósito cajista. No se desprende el dramatismo que existirá horas más tarde en la otra punta de la ciudad, en Martiricos, pero sí es un encuentro importante. Porque sería bueno quebrar esa maldita racha ante el Baskonia, que se atraganta como un hueso de aceituna en la garganta. Porque la tendencia es positiva, cinco victorias en las seis últimas jornadas, y hay que cargar la mochila de confianza de cara al play off.

No hay bajas para Aíto García Reneses, que ha recuperado a Printezis, Freeland y Berni Rodríguez a lo largo de la semana, otros siete días de trabajo intenso para rodar más a un bloque que llega con mucha hambre al último tramo de la temporada, donde se dispensan las notas finales. Hay más cosas en juego que el simple aspecto deportivo. Hay jugadores que acaban contrato y los partidos de la verdad configuran un buen marco para tomar decisiones de cara a la próxima campaña. Hay también que terminar de reconquistar a una afición que le ha dado la espalda aunque da síntomas de volver a creer.

En fin, hoy acaba el preludio de los 34 partidos antes de la batalla final. No pocos dudaron de que el Unicaja estuviera entre los ocho mejores. Dio motivos para ello. Ahora ofrece pinceladas para creer. Falta que sean brochazos consistentes. Como, por ejemplo, derrotar al Caja Laboral.