El Málaga de cantera está de enhorabuena. Las clasificaciones del Atlético Malagueño y el juvenil a la siguiente ronda del play off de ascenso y los cuartos de final de la Copa del Rey, respectivamente, tienen muy contento a su máximo responsable, Manel Casanova. Días atrás el club anunció la renovación del catalán por otra temporada, algo que le tiene "muy feliz". "Estoy bien aquí, es un proyecto que se inició hace tres años y me gustaría acabarlo con la Ciudad Deportiva, sería fantástico", indicó el dirigente en los micrófonos de La Jugada Málaga, de Canal Sur.

Una vez más, hubo incertidumbre en torno a la continuidad del barcelonés al frente de La Academia, si bien el final fue el mismo de otros veranos. Esta vez parecía que podía ser más complicado que nunca retenerle, sobre todo porque disponía de jugosas ofertas para iniciar otros proyectos convincentes, como el del Villarreal, que quería apostar por él de manera férrea. Casanova, hombre de costumbres y fuertes convicciones, lo tenía claro: "Lo he dicho siempre, soy un hombre fiel. Estuve 35 años en una casa y no me gustan los cambios. Cada temporada tengo cosas, gracias a Dios, eso te da moral. Pero sigo siendo fiel. Tenía ofertas en la Comunidad Valenciana".

Tres años después, el dirigente ya palpa a diario el fruto de todas las decisiones tomadas desde que llegó: "Cuando vine, al principio me dieron todas las facilidades y diseñé un cambio total. Pudimos hacer casi todo, estuvimos un año así, se incorporaron casi unos cien jugadores y este es nuestro patrimonio a pesar del cambio. Hemos mantenido el bloque deportivo, conseguimos que se queden. Sí perdimos algunos técnicos, pero a pesar de decir que venían muchos de fuera, solo eran el 15%, el resto eran de aquí. Cuando me encontré la base era un solar, me remangué y le dediqué muchas horas. Necesitaban a uno que fuera un incordio, y ése soy yo".