Mena esquiva a la desgracia
Atletismo
El velocista malagueño sortea otra racha de lesiones, ayuda al Nerja a acceder a la final de la Liga de Clubes y ambiciona llegar al Iberoamericano y al Europeo
Si hubiera un premio a la perseverancia y a la constancia, Josué Mena opositaría seriamente a él. La plaga de lesiones que ha padecido en los tres últimos años hubieran hecho abandonar a cualquier atleta. Pero el malagueño nacido en Sidney (Australia) hace 26 años persiste en la lucha. El pasado fin de semana contribuyó a la clasificación del Cueva de Nerja para la final de la Liga de Clubes con un segundo puesto en los 200 metros, su prueba predilecta, que le supo a gloria. "Hice 21.64, mi mejor marca de siempre en mi primera carrera de la temporada. Lo normal es que haga 21.80 o 21.90. Además, es ahora mismo mejor marca nacional de la temporada", relata animado el de Torremolinos, que superó a Alberto Gavaldá (21.71), la última sensación del atletismo español, medallista de plata en el Mundial juvenil el año pasado en la distancia, cotas inexploradas para un velocista español.
Mena recuerda su calvario de lesiones en los tres últimos años. En agosto de 2007 se rompió el tendón de Aquiles. Tras cuatro semanas inmovilizado se resbaló con la muleta y volvió a rompérselo a finales de septiembre y no reapareció hasta junio 2008. Al año siguiente fue subcampeón de España al aire libre y pista cubierta y fue a la Copa de Europa de relevo. El gafe parecía espantado, pero volvió con virulencia. "En septiembre pasado comencé a entrenar y me dolía el hueso del tobillo izquierdo. Tras un par de semanas en las que iba a más, me diagnosticaron una fractura por estrés. Si no la curas al 100%, te duele toda la vida. Estuve tres meses fuera, hasta finales de diciembre, haciendo trabajo aeróbico en la piscina para evitar el impacto con el suelo. Estaba entrenando bien, pero en marzo me rompí en una serie larga el gemelo derecho, una microrrotura. Lo enlacé con una gripe muy fuerte y todo ha dilatado mi debut hasta el pasado fin de semana", dice con resignación el velocista del Cueva de Nerja.
La reaparición de Mena le ha traído buenas noticias. Ha sido seleccionado por la Federación para participar en un relevo 4x100 metros para correr el sábado en el Mitin de Salamanca. Allí intentará, en los 200 metros, bajar de 21.35, la mínima que se exige para correr el Iberoamericano de San Fernando (Cádiz), del 3 al 6 de junio. Tiene muchas posibilidades de acudir en el relevo, si ofrece buenas sensaciones en Salamanca, pero también quiere acudir en su prueba predilecta. Sería como una meta volante para el objetivo más ambicioso, el Europeo al aire libre, que se disputa este verano en Barcelona, a finales de julio. Ahí el tope está más bajo. Se pide de mínima 21.00. Una marca que en su día Mena rebajaba con cierta normalidad (su mejor marca personal data de 2006, cuando en Málaga se proclamó campeón de España con 20.75). El relevo vuelve a ser la carta guardada en la manga, pero también procurará acudir con todos los honores. Por delante, dos meses para conseguir la mínima. Siempre tocando madera para que respeten las traicioneras lesiones.
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