Mireia, una nadadora única en la historia
Mireia Belmonte confirmó a lo largo de siete días de competición en Berlín que es la mejor nadadora de la historia en España: por su palmarés, versatilidad y proyección. Y a todo ello hay que añadir que sólo tiene 23 años. Cumplirá 24 el próximo 10 de noviembre.
La edad le da una extraordinaria proyección, al mismo tiempo que el número de pruebas y la diferencia de las mismas demuestran su extraordinaria versatilidad, algo al alcance de pocas. Nada desde los 5 kilómetros en aguas abiertas hasta los 200 mariposa, pasando por los relevos o los 200 estilos, una especialidad en la que, probablemente, el calendario le privó de otra medalla en la capital germana. En definitiva, la supernadadora que España nunca ha tenido.
Con el botín de seis preseas logrado en Alemania, la catalana llega ya a 10 medallas en continentales absolutos. Una cuenta que abrió con apenas 17 años cuando subió a lo más alto del podio en los 200 estilos en Eindhoven 2008 (Holanda), precisamente en la final que se quedó fuera del podio en Berlín.
Mireia es la única nadadora nacida en España que ha sido capaz de ser medallista olímpica. Lo consiguió en Londres 2012 y lo hizo en dos ocasiones: segunda en los 200 mariposa y los 800 libre. Hasta entonces sólo Nina Zhivanevskaya, nacida en Moscú, con un bronce en los 100 espalda en Sydney 2000, había subido a un podio olímpico con los colores del equipo nacional. El año pasado, en el Mundial de Barcelona, Mireia ganó tres medallas, dos platas en los 200 mariposa y en los 400 estilos, y un bronce en los 200 estilos. Toca sumar sus seis metales tiene en los mundiales de piscina corta (25 metros) y 11 en los Europeos, nueve de ellas de oro. La primera la consiguió en Debrecen (Hungría) 2007, plata en los 400 estilos. Al año siguiente, en Rijeka (Croacia) se llevó el oro en esa prueba. En los Europeos absolutos (piscina de 50 metros), Belmonte se subió a lo más alto del podio en los 200 estilos en Eindhoven 2008 y en los 1500 libres en Debrecen. También en Eindhoven se alzó con el bronce en los 200 mariposa y, cuatro años después, en Debrecen, consiguió la plata en la misma prueba.
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