Rafael Nadal, número uno del mundo, cayó ayer ante el francés Gael Monfils, quinto cabeza de serie del torneo, en los cuartos de final del torneo de tenis de Doha. Monfils ganó en una hora y media de juego por un doble 6-4, por lo que se medirá en semifinales con el estadounidense Andy Roddick, que previamente derrotó al rumano Victor Hanescu por 6-3 y 6-2.

El tenista parisino apenas dio opciones a Nadal, que siempre fue a remolque desde el primer instante, y que tan solo en determinados momentos dio la sensación de estar en disposición de luchar por las semifinales.

El servicio y los golpes directos de Monfils fueron escollos insalvables para el de Manacor, que cedió las dos mangas y el partido en los décimos juegos con servicio propio.

El número uno mundial solamente dispuso de una bola para romper el servicio del francés. La aprovechó, pero solamente le sirvió para equilibrar el partido al inicio del primer set.

Luego, Monfils se mantuvo mucho más firme que el balear al servicio (siete aces por ninguno de su rival) y definió en los dos sets cuando sacaba Nadal con 5-4 a favor del francés, que además conectó muchos más golpes directos (35 por 10) para lograr su primera triunfo ante Nadal.

Tras su lesión en París-Bercy el pasado octubre, este era el primer torneo oficial de Nadal en 2009, después de haber perdido ante el británico Andy Murray la semana pasada la final de la exhibición de Abu Dhabi.

Nadal insistió a la conclusión del encuentro que la derrota no es preocupante. "Esto no quiebra mi confianza. Sabía que el comienzo de la temporada no sería fácil porque, aunque haya descansado más que otros jugadores, también he estado más tiempo fuera de competición", comentó. "Así que es un poco más difícil volver a alcanzar rápidamente mi ritmo. He jugado dos partidos aquí y cinco en total, así que me voy con sensaciones positivas a Australia", donde comienza el primer Grand Slam del año el próximo 19 de enero.