Cerca estuvo la primera victoria del Clínicas Rincón. Los malagueños remontaron para quedarse a sólo cuatro puntos, 70-66, de la victoria. Todorovic fue el máximo anotador con 18 puntos y Guillén el más valorado. Por parte local, la pareja Busma-Brothers fueron los mejores.

Empezó el partido con nerviosismo por parte de los dos equipos. En el primer partido de la temporada los dos conjuntos quieren atar todos los cabos sueltos y los errores se manifiestan. El Melilla encontraba ventajas en transición, con acierto desde el triple. Sin embargo, un pequeño parcial propiciado por cinco puntos seguidos de Todorovic igualó la contienda, llegando al final de los primeros diez minutos con el 14 iguales en el marcador.

El equipo malagueño no terminaba de arrancar. Tampoco lo hizo cuando empezó el segundo cuarto. Los jugadores de Alcoba, con el público a su favor, pusieron un poco de pausa al partido, la necesaria para irse poco a poco en el marcador. Un parcial de 10-0 para los locales ponía la primera gran ventaja del encuentro y obligó a Francis Tomé a parar el partido. El juego interior malagueño no podía parar las acometidas de los azules. Brothers puso la puntilla desde el triple sin respuesta andaluza.

No encontraba soluciones el conjunto malagueño, que veía cómo se atascaba en ataque. 14 puntos en 15 minutos es un bagaje insuficiente para disputar un partido en la Adecco Oro. Siete minutos tardó el Clínicas en anotar la primera canasta del segundo cuarto. Dejan Todorovic cerraba el parcial de 16-0 de la que el Melilla disponía. Pero si este equipo demuestra algo es que nunca se rinde. Los malagueños se pusieron las pilas y otro parcial, esta vez a favor, les acercó al descanso, al que llegaron 38-30, con triple en los últimos segundos del local Narros.

Un quiero y no puedo continuo de los jóvenes malagueños en la reanudación del encuentro. Fue entonces cuando apareció Sabonis. Como si fuese su padre, ayudaba al Clínicas a remontar, que se llegaba a poner empate cuando sólo restaban 10 segundos para el final del tercer periodo.

Pero volvía a ocurrir lo mismo que en todo el partido. Cuando el conjunto malagueño se podía poner por delante, el equipo local apretaba el acelerador para conseguir una renta con la que respirar con tranquilidad. Así pasó en el inicio del último cuarto. La pareja Brothers y Busma hacían mucho daño a los visitantes. El primero por fuera y el segundo en la zona, donde ni Fall ni Nguirane pudieron pararlo.

Pero, como en todo el partido, cuando parecía perdido salía la garra andaluza. Dejan Todorovic fue el artífice que hizo soñar a los aficionados del Clínicas. Con nueve puntos abajo a falta de menos de cuatro minutos, el serbio cogió las riendas del ataque. Un triple, un mate y la ayuda de Guillén para poner emoción. Sin embargo, un rebote mal cerrado propició que Manzano sentenciase el partido a 50 segundos.