Ochoa y Juanpi, freno y acelerador
El mexicano responde con varias paradas de mérito y el venezolano deja una obra de arte para decidir
Un buen portero da puntos y un mal portero baja equipos. Kameni ha ofrecido grandes paradas, también alguna cantada. El listón estaba alto para Ochoa. Sólo hay que echar un vistazo por la prensa de México para ver el tipo de presión a la que está sometido. Pero el cuate estuvo sobrio, paró todo lo que le llegó y, encima, le sonrió la suerte.
Además, para ganar un partido hace falta gol. Si Ochoa fue el freno, Juanpi fue el acelerador. Era un encuentro de gama baja, pero el Vinotinto se sacó un detalle de Champions. Su zurda atesora mucha calidad y de ahí va a salir mucho fútbol. La duda es cuánto tiempo se le disfrutará en Málaga. En un duelo en el que el equpo de Gracia distó de sus mejores días, Juanpi se elevó por encima de todos con un cinco segundos en los que entró en trance. Conducción, recorte y gol, dureza y dulzura concentrada en esa pierna izquierda.
El resto del equipo, siempre abnegado, careció de chispa, estuvo menos activo que otros días. En general, la sensación es que se baja el nivel. Uche no aportó gran cosa y Pablo será muy bueno pero aún no es Camacho. La defensa colectiva, buenas dosis de suerte y el soplo arbitral permitieron que el Málaga se quedara con los tres puntos. Pero la victoria tiene un titular llamado Juanpi y un subtítulo con el nombre del Memo.
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