"Ojalá juguemos más Champions, pero la primera es ésta y es única"

El torbellino aquel que deslumbró en Corea durante el Mundial 2002 defraudó algunas expectativas. Las de los que no lo han visto de manera regular, partido a partido y se han dejado llevar por aquella cantinela de la "irregularidad". Joaquín Sánchez Rodríguez (El Puerto de Santa María, 1981) es el segundo jugador español que estará en la Liga de Campeones con tres equipos nacionales diferentes. Y ninguno de ellos los gigantes. Betis, Valencia y Málaga, dos andaluces. Varias decenas de partidos en la Champions más algunos en la UEFA/Europa League le hacen el jugador con más partidos europeos de la plantilla del Málaga. Un jugador singular, único, al que en su día Henry quiso en el Arsenal, Totti en la Roma y Mourinho en el Chelsea. El que desequilibró el sábado el partido ante el Levante.

-¿Se acuerda de Miquel Soler?

-¿Quién? ¿El lateral zurdo rubio aquel?

-Sí, él. Es el único español, ahora con usted, que ha jugado la Liga de Campeones o la Copa de Europa con tres equipos españoles.

-Ah, pues mira, no lo sabía. Sabía que era mi tercer equipo español, pero no que sólo había uno que lo había hecho antes. Suena bien.

-Y usted la ha jugado con los tres equipos en los que ha estado: Betis, Valencia y Málaga.

-Es un privilegio haber jugado la Champions en todos los equipos en los que milité. Esta vez era un objetivo importante por todo lo que se había creado y la ilusión que rodeaba este proyecto. Mucho más ahora con la cantidad de dificultades que hemos tenido, con jugadores importantes que se han ido. Estar en la Champions por primera vez para el Málaga es algo gigante. Y haber colaborado es para estar orgulloso.

-Y con dos de esos clubes, Betis y Málaga, por primera vez en la historia de las entidades.

-Así es. Y con dos equipos andaluces, que no se olvide, ¿eh? En el Betis aquello fue algo extraordinario, inimaginable. Además, aquel año ganamos la Copa también. El Valencia sí está habitualmente ahí arriba y era algo más frecuente. Y en Málaga es muy parecido a lo que viví en aquellos años maravillosos en el Betis, cuando nos metimos en Champions por primera vez.

-¿Qué tal la resaca del Levante? La Champions podía distraer, pero el mejor inicio de la historia del club en Primera.

-El equipo mostró esa garra que viene demostrando ante un contrario aguerrido, que corre mucho. Sabemos a lo que jugamos, seguimos sin perder y hay que sumar para no echar de menos puntos.

-Y marcó, que no es su suerte más brillante.

-Sí, contento por el gol, el equipo, la victoria. Me hacía falta un golito. Llegó y ojalá sea el primero de muchos. Y mañana es el primer partido del sueño.

-Hablemos, pues, de la Champions. ¿Qué tiene de especial?

-Todo, desde el himno ya se te pone de punta el vello. El ambiente, la atmósfera, rivales como los que tocaron: Milan, Zenit, Anderlecht. Todos queremos estar ahí. Es difícil, pero como con ilusión y ganas podemos pelear. El ambiente y el colorido de un partido Champions sólo lo tiene esta competición.

-Muchos malaguistas decían que no habían visto nunca La Rosaleda como el día del Panathinaikos.

-Es el que tiene que haber. El partido de ida aquel fue increíble, con la afición entregada. No teníamos dudas sobre ella, pero es el ruido que esperamos contra el Zenit. Menudo equipazo tienen.

-¿Mejor que el Milan?

-El Milan tiene nombre y experiencia. Y esa camiseta enfrente... Pero el Zenit es un gran rival por lo que es en los últimos años. Ganó la Europa League no hace mucho, mantiene el bloque y dispone de media selección rusa. Y los fichajes que ha hecho ahora, con Hulk y los demás, le ponen arriba del todo. Es peligroso y es básico ese primer partido.

-¿El empate no sería malo?

-Mira, recuerdo mi experiencia con el Betis, quizá es la que tengo más grabada. El primer partido en casa con el Liverpool, que acababa de ganar la Champions, en casa lo perdimos y ya fuimos a contrapié. Y eso que después le ganamos al Anderlecht en Bruselas y al Chelsea en casa. Pero perdimos con el Liverpool ese día y, de no caer, igual pasamos. Es algo que debemos tener presente. Aquel año no pudimos pasar con siete puntos. Y el Villarreal, con los mismos, sí avanzó en otro grupo.

-Con sus diferencias, es similar esta experiencia con el Málaga a aquella del Betis. ¿Con qué hay que tener cuidado?

-Se disfrutó mucho y el malaguismo debe hacerlo también ahora, la primera vez es única. Ojalá vengan más. Pero ésta es la primera. Entonces no se hicieron las cosas bien en el Betis. Cuando un equipo tiene tres competiciones debe tener una plantilla amplia. Puedes tener un once, digamos, titular pero cuando hay tantos partidos, rotaciones tiene que haber. Por cansancio, expulsiones, lesiones... La plantilla debe ser acorde a lo que te estás jugando. El futbolista siempre quiere jugar. Pero con los años te das cuenta de que los esfuerzos van pesando. Yo confío en la nuestra, creo que sí podemos hacerlo bien.

-¿Disfruta incluso más del fútbol, de estas experiencias, ahora que con 20 años?

-Siempre he disfrutado del fútbol. Con 31 años igual el día a día sí lo valoro mucho más, porque sé que esto no es para siempre y los años pasan. Pero siempre he disfrutado del fútbol. Ahora lo vivo más intensamente. Hay que estar comprometidos, sobre todo ahora. Ver a una afición entregada como la de Málaga te da una ilusión especial.

-¿Le interesa más el fútbol pensando en el futuro? O sea, ¿ve más fútbol y se preocupa más?

-12 temporadas en Primera dan para mucho [risas]. Claro que aprendes mucho, son muchos partidos. Nunca he sido futbolista de llegar a casa y estar toda la tarde viendo partidos. Intento disfrutar de la familia y desconectar un poco. Pero sí que con la cantidad de partidos que juegas vas aprendiendo mucho.

-Se le ve un jugador cada vez con más matices tácticos, capaz de jugar en varias posiciones. ¿Se trabaja mucho eso con Pellegrini?

-Te da mucha libertad arriba, busca la movilidad, el desmarque, la profundidad. Aunque sea un jugador de banda he tenido que jugar entre líneas, por detrás del delantero, por la derecha, por la izquierda. Con la libertad que te da Pellegrini a la hora de atacar siempre presente. Pero no todo es improvisado, cada vez nos conocemos mejor y hay más mecanismos. Si me lo preguntas por mí, después de tanto tiempo en la élite si no he aprendido a jugar mejor tácticamente... [risas].

-¿Qué le ha dado el Málaga?

-Vine con mucha ilusión, a un proyecto muy bonito. Con las expectativas que se crearon, el objetivo marcado conseguido y una ilusión grande. Soy de aquí al lado, así que no había adaptación. He vivido esta manera de ser, cómo se concibe el fútbol que gusta aquí y, gracias a Dios, me acogen de categoría.

-¿Queda la espinita de algún grande o de haber caído de la selección justo cuando empezó a ganar?

-He tenido, no sé como decirlo, porque no es mala suerte. Sería un desgraciado si dijera que yo he tenido mala suerte con el fútbol. Pero no sé decir concretamente qué me faltó, no estaba para mí. Más cerca de jugar en el Madrid que yo no estuvo nadie.

-Y del Chelsea, ¿no? Si hasta se despidió del Villamarín...

-Sí, pero ahí fui yo quien se negó. Lo tenía todo en el Betis, era joven...

-¿Mourinho habló con usted?

-Vino por mí unas cuantas veces. Estuve a punto, pero me eché para atrás. Todo lo que había conseguido me daba pena dejarlo. Era joven, estaba empezando y pensé que me quedaban trenes por coger. No quería precipitarme. Pero era consciente de que decía que no a uno de los mejores equipos del mundo.

-O sea, que pocos arrepentimientos, ¿no?

-He jugado donde he querido, donde me ha apetecido. He sido internacional, he jugado Mundiales y Eurocopa, me han querido equipos grandes. No me puedo quejar. Soy feliz, como ahora en Málaga. He jugado más o menos, pero siempre con la idea de disfrutar y de ser fiel a mí mismo, de ser puro.