Copa del Rey

El Torremolinos - Sevilla FC y un ambiente como jamás se había vivido

Aficionados en una de las gradas supletorias

Aficionados en una de las gradas supletorias / Carlos Guerrero

Llegó el día esperado por todos los torremolinenses. El famoso Sevilla de Europa League visitaba el municipio malagueño para buscar el pase a la tercera roda de la Copa del Rey. Se conocía la importancia del encuentro para la entidad verdiblanca, al igual que la dificultad del duelo, por eso la afición se volcó con el club desde la previa. El conjunto dirigido por Ibón Pérez se trasladó desde el reconocido hotel Pez Espada hasta El Pozuelo escoltado por la peña de moteros Komando Amimoto, quienes con sus banderas abrieron paso al autobús en su recorrido.

Tampoco podía faltar su frente joven, con bengalas verdes no faltaron a la cita para insuflarles un plus a sus jugadores. Ambiente soñado para cualquiera, la cita no necesitaba motivación extra. Sin embargo así se salta mejor al césped. El interior del bus verdiblanco era una fiesta en toda regla. El Juventud de Torremolinos vivió un recibimiento a la altura de las grandes citas, donde nadie podía remediar sacar el móvil para inmortalizar el momento, hasta los que paseaban los perros o iban de paseo se quedaban boquiabiertos ante la imagen.

Luego, la llegada a El Pozuelo se la pueden imaginar, literalmente no cabía un alfiler en los aledaños para alentar a los verdiblancos y dedicar alguna obscenidad a los hispalenses. Durante el partido la entrada creció en las últimas horas, aunque siendo sinceros no fue el ambiente esperado. El sueño fue bonito mientras duró.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios