Seba Fernández admite que la Copa baja el listón

La Champions deja resaca en Liga, ahí están los números para ratificarlo. Cuesta cambiar el chip, física y mentalmente, de una competición a otra. Conseguir la máxima motivación para la tercera competición en liza hace bajar el listón de la concentración un tanto más. Ayer Seba Fernández no tuvo reparos en reconocer lo difícil que resultar aterrizar en el menor de los tres objetivos de la temporada, a pesar de las ganas de soñar que hay también en el torneo del k. o.

"Es difícil darle la misma importancia a la Copa del Rey que a otras competiciones, pero intentaremos llegar lo más lejos posible", manifestó el uruguayo, a quien el seleccionador Óscar Tabárez incluyó en la preselección de 30 convocados para el amistoso que disputará Uruguay contra Polonia el próximo 14 de noviembre (habrá diez descartados finalmente).

El uruguayo disfrutó de su primer encuentro como titular de la temporada en la temporada. Fue posteriormente sustituido. Aun así, es de los que tiene más papeletas para ser de la partida contra el Cacereño mañana. El charrúa acepta su situación con resignación y espera que pueda cambiar su suerte a corto plazo. "Estoy contento por haber jugado [ante el Espanyol] porque tenía muchas ganas de hacerlo. Espero que se dé un poco más seguido, pero me toca a mí estar en esta situación ahora y estoy haciendo lo máximo posible para ayudar al equipo y esperamos que las cosas nos continúen saliendo como hasta ahora, para estar todos contentos aunque no juegue tanto", declaró ayer en la sala de prensa del estadio de atletismo Ciudad de Málaga.

Habida cuenta del gran nivel que está mostrando la plantilla de Manuel Pellegrini, la Copa del Rey podía pintarse como el mejor escenario para soñar con llevar a las vitrinas de Martiricos el segundo trofeo de la historia (el primer es la Copa Intertoto). Sin embargo, los posibles cruces en las siguientes eliminatorias podrían poner en el camino a Athletic, Barcelona y Real Madrid, éste último en semifinales. Prácticamente una quimera ilusionarse con el título.