Jeremy Toulalan conoció ayer que su nueva lesión muscular es de grado II, es decir, importante, tal y como se temía desde que se cayó desplomado en el partido frente al Anderlecht. Ese tipo de dolencias suele dejar en torno a cuatro o cinco semanas de recuperación. El Málaga no ofreció un tiempo de ausencia precisamente por la importancia de la rotura y por ser la tercera del francés, que sabe seguro que no volverá a jugar hasta 2013 y que podría fijarse el Celta-Málaga de la jornada 20 como una posible fecha para su reaparición.

El galo ya se perdió el choque contra el Granada. Podrían llegar a ser cuatro más de Liga y otros tantos de Copa del Rey en función de los plazos de rehabilitación que llevase. Lo que sí está claro es que de aquí a final de temporada el rol del francés en el equipo va a cambiar. Pellegrini no arriesgará lo más mínimo con su vuelta a los ruedos y dosificará sus actuaciones para que esté a punto en los partidos importantes que quedan. De hecho, si todo va bien Toulalan reaparecerá poco antes de que se reanude la Champions, competición en la que el técnico espera que esté bien para que vuelva a ser uno de los puntales.

Con Camacho desde hace muchas jornadas en un rendimiento similar al del medio centro, reina esa calma en el cuerpo técnico. Su pareja de baile es lo que no quedará tan claro. Iturra es la solución defensiva, mientras que con Portillo, como ocurrió el pasado sábado o el día del Zenit, el chileno apostará por una variante más ofensiva en encuentros en los que quiera exponer más, especialmente en La Rosaleda. Por ahí pasan las alternativas hasta que sane Toulalan, que está gafado esta temporada con las lesiones.