El Unicaja involuciona (70-76)

El Unicaja lleva un mes en el que no sólo no progresa, sino que involuciona. Parece peor equipo ahora que 10 partidos atrás. Y es un síntoma preocupante para un bloque nuevo que debía mejorar a medida que pasara el tiempo. El vaivén lleva a que la clasificación para la Copa del Rey esté en peligro tras caer ayer en casa ante el Obradoiro (70-76) en el que fue, seguramente, el peor partido de la temporada hasta ahora. El marcador puede llevar a engaño. La sensación de inferioridad y en el marcador ante el modesto equipo gallego, que dominó del minuto 1 al 40, fue grande. Sólo un lapsus delirante de 30 segundos en el que el Unicaja hizo un parcial de 11-0 para rebajar la distancia de 12 puntos a uno a falta de 37 segundos permitió atisbar una opción de triunfo. Pero no.

Ese medio minuto fue la única desconexión del equipo gallego, dominador total, con un Corbacho demoledor en el tiro. Jugador quizá unidimensional, pero especialista de un calibre altísimo, poseedor de una cualidad distintiva que se paga cara, el lanzamiento. Metió seis triples y 28 puntos. Ningún defensor de los que le colocó Repesa pudo con él. Admitió el croata tras el partido que habían trabajado en la previa para impedir que el mallorquín lanzara. No calaron las coordenadas o estas eran erróneas. Corbacho ensanchó la diferencia con la que había dominado el Blusens en los primeros minutos, bien plantado ante un Unicaja que ve pasar los partidos sin progresar. Los biorritmos de Marcus Williams marcan las pulsiones del equipo. Si, como sucedió en la segunda parte, el californiano no frota la lámpara el Unicaja se convierte en un equipo previsible. Y si el acierto en el tiro es nulo, meter una canasta es misión imposible. Llegó a acumular el cuadro local 1/18 en triples. Metió tres en ese medio minuto de locura, pero no fue suficiente. Corbacho anotó dos triples más que todo el Unicaja. El deporte guarda siempre un recoveco para la paradoja.

El equipo de Repesa confunde muchas veces la defensa con meter manos. Después de que en el primer cuarto se cometieran sólo dos faltas, a los dos minutos del segundo, tras la pertinente repesina, ya se estaba en el bonus. Denota poca inteligencia baloncestística, muchos impulsos. Pero cuando se combinan la pasividad y la hiperactividad sucende estas cosas. No obstante, los mejores minutos de Williams y el parón en el bombardeo de Corbacho permitieron que el Unicaja estuviera en el partido e incluso disfrutara de su única ventaja en todo el encuentro (39-38).

Pero tras el descanso se vino otro momento lánguido de los que acostumbra este equipo desconcertante. Y el Blusens se colocó en la cómoda barrera de los 10 puntos de ventaja a finales del tercer cuarto. Repesa recurría a Jiménez como cuatro, cambiaba de manera constante y desconcertante, se recurría al tiro de cinco-seis metros de Lima para anotar en una sequía que propició 10 puntos en 14 minutos... Y si la defensa no es excepcional, como ocurrió por ejemplo en Tel Aviv, no hay manera.

El partido estaba sentenciado (59-71) cuando quedaba un minuto y poco y Dragic metió un triple. Ahí se encendió una chispa. Con posible falta de la defensa del Unicaja, el Blusens perdió dos balones en el saque de fondo. Canasta de Urtasun, triple de Simon. Otra pérdida gallega y otro triple de Simon, polémico porque la bocina había sonado con un cambio pedido. Pero cuando estaba a uno (70-71), una antideportiva al propio croata por hacer falta con el balón parado apagó la chispa. Y el Unicaja perdió. Muy merecidamente.

Ficha técnica:

70 - Unicaja (14+25+8+23): Urtasun (4), Simon (14), Calloway (-), Zoric (10), Gist (-) -cinco inicial-, Williams (10), Dragic (14), Vidal (-), Lima (10), Vázquez (6), Perovic (-) y Jiménez (2).

76 - Blusens Monbus (16+24+15+21): Kendall (13), Rodríguez (-), Buford (9), Dewar (8), Junyent (10) -cinco inicial-, Hummel (2), Pumprla (-), Sanz (-), Stobart (-), Corbacho (28), Mejri (6) y Freire (-).

Árbitros: Pérez Pérez, Peruga y Sacristán. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante Levon Kendall.

Incidentes: Partido correspondiente a la undécima jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante unos siete mil espectadores.