Play-off · Unicaja-Gran Canaria

El Unicaja saca el tridente (78-70)

  • Granger da la vuelta al partido, Fran lo sostiene y Caner-Medley lo remata. Un poderoso Gran Canaria dominó más tiempo, pero hincó la rodilla en Málaga.

El añejo ambiente, olvidado por estos lares, del play off regresó al Carpena. Y era tal como lo recordábamos. Se huele a pólvora, se palpa la tensión y se mastica sangre. No se regala nada, los errores se pagan más caros , los aciertos lucen más y las agallas pesan mucho. Por ejemplo, las de Jayson Granger, en un partido soberbio con un ojo aún en peligro. Apareció cuando horas antes era duda porque se mareaba al correr para revertir un duelo que se había complicado sobremanera en el arranque. También Fran Vázquez, que de estos ha jugado cientos. Era lo que quería cuando volvió a Málaga y bien que lo disfruta , él y el público. Y cierra el círculo del triunvirato que permitió la  primera victoria en play off desde 2010 Caner-Medley, que había estado desaparecido durante 37 minutos y regresó en los minutos que cuestan dinero para anotar tres triples que dieron oxígeno suficiente para hacer cumbre y derrotar a un titánico Gran Canaria (78-70).

Y el Carpena, no lleno pero sí encendido, botó, cantó el Tu bandera de Pablo López y recordó viejas sensaciones sepultadas. La enseñanza es que el Gran Canaria es un morlaco enfrente. Jugó mejor durante más minutos que el equipo malagueño, pero hincó la rodilla. Con un jugador devastador en la zona como Tavares, gobernó durante muchos minutos, al son de Tomás Bellas en la dirección, muy superior a Calloway. El Gran Canaria Arena arderá el domingo, pero ir sin el cuchillo en la garganta es un alivio grande.

El play off trae un olor distinto a los partidos, la tensión se corta y las gargantas chillan más. Quizá superado por las ganas de hacerlo bien, el Unicaja entró de forma paupérrima al partido, sin ideas y a merced del Gran Canaria, que exhibe a ese gigante que a no mucho tardar estará en la NBA. El impacto de Walter Tavares en el partido fue enorme. Condicionó el ataque cajista, rebañó rebotes, intimidó y delante hizo lo que sabe hacer. Continuar los bloqueos. Es listo y se mueve bien. Y tiene una cosa importante, no quiere hacer más de lo que no sabe. Una obviedad que no todos los jugadores comprenden. Cometió su segunda falta y el partido marchaba 7-18. Pedro Martínez le protegió. Volvió al partido con 24-28. Ya entonces había cambiado el asunto.

El Unicaja superó ese vértigo inicial y se adentró con todas las armas. Tuvo que ser el inesperado Jayson Granger, con un ojo a la virulé pero con su competitividad extrema, ese proverbial gen charrúa incrustado en la piel. Su experiencia en play off se reducía a dos partidos con el Estudiantes en 2010, pero se sintió cómodo en un escenario de máxima exigencia. Inevitable no acordarse de Carlos Cabezas, también de ascendencia uruguaya, que tantas veces apareciera en momentos de similar tensión. Bellas y Oliver habían dominado a Calloway. Un dos más uno de Oliver tras falta del de Georgia (12-25) llevó a Plaza, que extendió las rotaciones (tres jugadores completaron el primer cuarto en pista, algo inédito), a introducir a Granger quizá antes de lo que pensaba. Desde su aparición, parcial fue 24-11. El hijo de Jeff abrió la mente del equipo, elevó la intensidad, anotó 10 puntos y repartió cinco asistencias en nueve minutos. Conectó con un buen Urtasun y un activo Hettsheimeir. Hasta que llegó no había generado el equipo malagueño una canasta fácil. Con él cambió la historia y al descanso el partido estaba con máximo equilibrio (36-36). Aunque Bellas casi calcaba los números del uruguayo y tocaba subir de revoluciones para no ir con el cuchillo en la gargante a Las Palmas.

El huracán Granger siguió activo tras el descanso. Después de un triple de Newley, un parcial de 10-0 con el charrúa al comando, esta vez activando a Fran Vázquez, al que surtió con un par de pases de muy alta escuela. Pero aquello, evidentemente, no era la fiesta que parecía tras el 51-43, con el Gran Canaria ahora con la empanada mental. Martínez no dudó en tirar de Tavares pese a sus faltas. El caboverdiano cambia el juego propio y condiciona el del rival. Con él y con el descanso de Granger la dinámica del partido varió por completo otra vez. Y, después de haber hecho lo más complicado, encalló de nuevo con Calloway al mando. Más de tres minutos sin anotar y a remar otra vez (51-51 al final del tercer cuarto).

Y llegó un delicado último periodo en el que el Gran Canaria se escapó con Newley a los mandos hasta por siete puntos (56-63).Granger parecía exhausto y ahí surgió Caner-Medley, casi desde la nada. Desapercibido, viró el rumbo del encuentro con tres triples. El brío de Urtasun y el trabajo sucio de Suárez empujaron. Quizá Martínez quitó a destiempo a Tavares. El Unicaja tomó la zona. Fran machacó, Urtasun corrió y Granger y Calloway remachó (74-68) un triunfo en el que los dos últimos puntos fueron de Granger, el hombre que cambió el partido.

- Ficha técnica:

78 - Unicaja (12+24+15+27): Calloway (5), Toolson (6), Caner-Medley (11) Suárez (7), Vázquez (16) -cinco inicial-, Stimac (6), Hettsheimeir (4), Kuzminskas (0), Granger (13) y Urtasun (10).

70 - Herbalife Gran Canaria (22+14+15+19): Bellas (18), Beirán (6), Newley (12), Báez (13), Tavares (8) -cinco inicial-, Oliver (11), Martín (0) y Akindele (2).

Arbitros: Pérez Pizarro, Peruga y Guirao.

Incidencias: Primer partido de los cuartos de final de la fase por el título disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 8.000 espectadores.

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