El malagueño Ouassim Oumaiz continúa en Uganda, preparando la temporada veraniega al lado de parte de la superélite del atletismo mundial. Allí está desde enero, en un régimen de entrenamiento marcial, al lado de figuras como el ugandés Joshua Cheptegei, campeón del mundo de 10.000 metros y detentor actual de los récords del mundo de 5.000 y 10.000, que colgaba en redes un vídeo en el que se podía un fragmento del entrenamiento que realizaban.
En Kapchorwa, a casi 2.000 metros de altitud, en el Este de Uganda, cerca de la frontera con Kenia y de Eldoret y del Lago Victoria, en la mayor mina de fondistas en el mundo en los últimos 50 años, trabaja el de Nerja, que ha preferido con su entrenador, Antonio Serrano, no competir este invierno en la recudida temporada de cross, donde Ouassim ha conseguido ya resultados muy relevantes, y en la pista cubierta, en la que ahora se celebra el Europeo y en la que ya en 2020 había conseguido registros y resultados bastante prometedores.
Entre lesiones y la pandemia, no ha podido tener una temporada al aire libre completa aún la joven perla del atletismo malagueño. Y ha preferido saltarla para llegar a punto para consegur la mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio. A finales de marzo cumplirá 22 años el atleta de Nerja, que trabaja en tierras africanas para afinar su estado de forma para los meses previos y la cita olímpica. Ya el año pasado, en la prueba de la Diamond League de Mónaco, corrió por debajo de la mínima que se solicitaba (13:13.50), pero debe refrendarla bajando de ese registro con el tope temporal del 31 de mayo para conseguirla.
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