La nueva dimensión del Málaga fluye hacia los lugares más insospechados. E interesa fervientemente en los grandes focos del balón en Europa. Italia sirvió ayer como ejemplo. La Gazzetta dello Sport publicaba una entrevista con Ruud Van Nistelrooy, reflejada incluso de manera destacada en la portada. Pasó revista el holandés, quien trasladó su mensaje de por qué el Málaga y no otros equipos de mayor palmarés: "A mi edad no cuenta el futuro, o el proyecto como se dice ahora, ni mucho menos el dinero".
"A mí me interesa saber con quién voy a trabajar cada día. Al entrenador le conocí hace tiempo en el Real Madrid y los jugadores a los que querían fichar me gustaban", añadió el holandés, quien confía en "jugar lo bastante bien" en Martiricos para poder seguir su carrera aquí.
Para el delantero blanquiazul, el futuro que viene pesa más que el plano pasado. De hecho, cree que la llegada de los grandes magnates a la empresa futbolística es una bendición. "Estas inversiones no sólo hacen bien a los clubes interesados, sino también al resto de equipos, que venden sus jugadores por altas cantidades de dinero que posteriormente pueden reinvertir, creando así un efecto dominó positivo para el fútbol", destacó el tulipán, que, en contra de la opinión generalizada, no cree que el reparto televisivo congele la emoción liguera: "Si se miran las cifras, uno piensa que la economía marca la diferencia, pero no es lo único; la historia, el nombre y la tradición también cuentan".
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