El Waterpolo Málaga femenino vive uno de los momentos más importantes de su historia. No solo por reforzar su proyecto de cantera y de deporte femenino, con grandes triunfos y momentos en los últimos tiempos; sino por los retos tan ilusionantes que tienen por delante. Y lo mejor es que, independientemente de los resultados, el proyecto seguirá forjándose en un grupo humano basado en la amistad y el compañerismo.

Las malagueñas, comandadas por Sara Fernández, ya conocen a sus rivales en la Fase de Ascenso a Primera Nacional femenina, la segunda categoría del waterpolo español, tras el sorteo celebrado por la Real Federación Española de Natación. Con dos eliminatorias por delante, a doble partido, para llegar al objetivo, el primer escollo será el CN Ciutat de Palma, nada menos que el campeón femenino balear. Este doble duelo se disputará en los dos primeros fines de semana de mayo, empezando en la isla mallorquina y acabando en Inacua Málaga.

Por el otro lado del cuadro, en la segunda semifinal, estarán el CW Askartza del País Vasco, y el CW Santiago gallego. Auténticos equipazos para una plaza en la élite del waterpolo femenino nacional. 

La ilusión no puede ser más grande entre las malagueñas, tras quedar brillantes subcampeonas en la Primera Andaluza femenina, completar una temporada de lo más redonda y ganar la Copa Andalucía. En las próximas semanas, se han establecido sesiones intensas de trabajo, se incidirá mucho también en la capacidad de concentración y en cómo afrontar retos tan importantes como estos. El waterpolo femenino malagueño sigue evolucionando y quiere estar entre los grandes.

El masculino venció

El primer equipo afianzó su apuesta por la permanencia en la Segunda Nacional masculina. Y en el liderato, al vencer en casa ante Waterpolo Elche (11-9). Mientras que en Liga Andaluza juvenil femenina, el último triunfo ante el Dos Hermanas (12-0) pone a las malagueñas a las puertas de un año impoluto de derrotas, en un último duelo de fase regular sin encajar gol, y consolidando el liderato.

El conjunto masculino de Wil Sánchez, sin hacer uno de sus mejores partidos, sí supo controlar a su rival y dominar desde el principio. Un 6-2 en el primer parcial decantó el duelo para los locales en Inacua ante el CW Elche. Los ilicitanos se jugaban la vida y, cierto es, que lo dieron todo en el agua. Pero el CW Málaga supo sacar su cara de equipo rudo y curtido, para controlar los momentos de mayor excitación visitante, jugando con la ventaja y sabiendo ralentizar el juego cuando los segundos acuciaban.