Ángel Ayora gana su primer millón de euros y apura la bala del PGA

El malagueño intenta este fin de semana obtener una de las 10 mejores plaza disponibles para el PGA en el final de la Race to Dubai

Top 10 en Abu Dabi

Ángel Ayora observa. / Efe

El malagueño Ángel Ayora sigue firme en su pelea de intentar obtener una de las 10 tarjetas para competir en el PGA Tour la próxima temporada, su gran objetivo. Lo intenta obtener en el DP World Tour, el antiguo European Tour, que este fin de semana se clausura en el Jumeirah Golf Estates. La Race to Dubai se cierra en el lugar que patrocina el circuito y para conseguir el objetivo, Ayora necesita una gran actuación, quedar entre los cuatro mejores. La situación es la siguiente. Ayora ocupa el puesto 23 en la Race. Tienen plaza para el PGA los 10 mejores que no tengan ya tarjeta en él. McIlroy, Hatton, MacIntyre, Rai y Fleetwood están por delante y ya lo poseen, así que no cuentan. La frontera, pues, la marca el inglés Jordan Smith, 15º. Ayora está a 470 puntos de él.

Las cuentas no son exactas porque depende de la actuación de los demás, pero sí hay una aproximación. En Dubai compiten los mejores 50 golfistas esta temporada en el circuito. Un Top 3 del malagueño, el mejor español en la clasificación, prácticamente le garantizaría la tarjeta, también un cuarto si es en solitario. Su noveno puesto la semana pasada en Abu Dabi permitió también superar el primer millón de euros en su incipiente carrera, que se presume exitosa por cómo son los primeros pasos. Dos malagueños, Miguel Ángel Jiménez y Alejandro Cañizares, ya obtuvieron antes la tarjeta para competir en Estados Unidos. Allí hizo un fin de semana espectacular, con una última vuelta de 63 golpes (-9), que le permitió acceder al Top 10, su cuarto en los últimos cinco torneos, lo que da idea del grado de fiabilidad que ha adquirido en los últimos meses el malagueño, que prolonga la racha a seis de los últimos nueve, rondando siempre las posiciones de arriba y metido en la pelea.

Ayora creció jugando en La Cañada Golf Club, en Guadiaro, ahí casi en el límite entre Málaga y Cádiz, aunque es marbellí de corazón y raíces. Su proyección ha ido creciendo cada año y apunta a jugador de superélite, de Ryder Cup y presencia en los majors. Su manager es Javier Ballesteros, el hijo de Severiano. Simbólicamente, Ayora viste la ropa Seve, del gran mito del golf español, con esa icónica celebración cuando ganó el British Open en St. Andrews. Es el único jugador del circuito que la porta. Rechazó una oferta de Oklahoma State, una de las mejores universidades en términos golfísticos, y decidió dar el salto a profesionales con 19 años. Su mentor es Juan Ochoa, que al mismo tiempo es caddie, entrenador, fisioterapeuta y preparador físico. Es el gran moldeador de la figura de Ángel Ayora, que destaca por ser un gran pegador, con un swing envidiable y estético al tiempo que demoledor, se le compara con Rory McIlroy. En el juego de tee a green ya se le considera top, en el manejo de los hierros y, en mayor medida, el juego corto está su campo de mejora, algo frecuente incluso en golfistas más experimentados, que tienen problemas recurrentes. El capitán de la Ryder Cup, Luke Donald, le siguió muy de cerca y jugó alguna vez con él. Estuvo en los planes del equipo europeo que ganó en Estados Unidos un par de meses atrás la mítica competición. Es el calibre de jugador al que ya apunta el malagueño, que a sus 21 años quiere ir a jugar con los mejores. La alternativa del LIV, el circuito con dinero saudí en el que juega Jon Rahm, le tienta pero Ayora quiere el camino clásico.

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