El cambio de acera de Gundogan

Nacido en Gelsenkirchen, jugó desde los ocho años en el Schalke, que le repudió y acabó en el eterno rival

Gundogan y Toulalan pelean por un balón en el encuentro de ida.
Gundogan y Toulalan pelean por un balón en el encuentro de ida.
J. M. Olías Málaga

09 de abril 2013 - 05:02

La cuenca del Ruhr es la zona más densamente poblada de Europa. Cinco millones de habitantes en un espacio reducido en el curso del río, la zona más industrializada del continente. El derbi, considerado el más caliente de Alemania, es el Schalke 04-Borussia Dortmund. En las filas del Dortmund porta el dorsal número 8 Ilkay Gundogan, un centrocampista que dejó en La Rosaleda un aroma de futbolista superior y que nació en Gelsenkirchen, sede del Schalke 04. Exhibió, al mismo tiempo, Gundogan un despliegue físico y táctico de altísimo nivel con una refinada técnica. Quite y toque. Su duelo con Toulalan por mantener el equilibrio de sus respectivos conjuntos fue una delicia. Hoy se ponen a prueba otra vez. El alemán confesó tras el partido que le había hecho mucha ilusión medirse al francés, al que considera un espejo en el que mirarse. El centro del campo de la selección alemana (Reus, Özil, Khedira, Götze, Schweinsteiger...) es algo tremendo, pero Gundogan (22 años) oposita a un lugar en esa exquisita medular. Löw ya le hizo debutar hace un par de años y su protagonismo crece.

La historia de Gundogan no es un nueva, en varias facetas. Como su ahora compañero de equipo Nuri Sahin o Mesut Özil, es de origen turco. La emigración tiene a varios millones de descendientes de ese país diseminados por Alemania. La Federación turca abrió hace unos años una oficina de reclutamiento de jugadores, porque allí nacen quizá los mayores talentos con sangre del país. Algunos, caso de Sahin, optaron por Turquía. Otros, como Özil, quisieron representar a su país natal. En esta línea figura Gundogan, que es paisano de Özil. Ambos nacieron en Gelsenkirchen. Sahin es de Lüdenscheid, también en el Ruhr.

La paradoja es que Gundogan militó desde los ocho a los 14 años en las categorías del Schalke 04 y sus equipos vinculados. Como sucedió con Özil, se le abrió la puerta en el club que fuera de Raúl González prematuramente. Aunque por el ahora madridista recibió 4.3 millones del Werder Bremen. Por Gundogan, nada. Marchó al SSV Buer y de ahí al Bochum, otro clásico de la Bundesliga y también de la cuenca del Ruhr, cercano a casa. Ahí maduró como futbolista y con 18 años fue traspasado por 50.000 euros al Nuremberg. Dos años después, el Borussia pagó 4.5 millones por él. Acaba contrato en 2015 y su valor se ha multiplicado. La semana pasada habló de su renovación pasada esa fecha aunque sus agentes le mueven y ya se le vinculó incluso con el Barcelona. No es como Götze, Reus o Grosskreutz, que crecieron siendo asiduos a la Südtribüne. Gundogan cambió de acera y ahora es un referente en Dortmund, donde se le señala como uno de los tres jugadores más importantes del equipo.

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