El Unicaja ha perdido potencial con la marcha de Dragic y su sustitución por Stefansson. A nadie se puede engañar. El esloveno es un jugador pujante como hay pocos en Europa. De ahí su salto al otro lado del charco tras un verano en el que ha elevado su nivel. En el Unicaja, aunque se le quería dar normalidad a su situación, detectaron que desde que llegó del Mundial Dragic estaba con la mente en otro lado aunque lo disimulara bien con su juego. En último partido con la camiseta verde fue el máximo anotador del equipo. Pero su cara le delataba aunque se entrenara con profesionalidad.

A la hora de escoger el refuerzo la disyuntiva que se planteaba era intentar mejorar el nivel de la posición o complementarla. Un jugador más de marcado perfil ofensivo, que lo hubo en el último corte antes de decidir, se hubiera solapado con las características de Toolson y Vasileiadis. Los informes que recabó Plaza sobre Jelinek no fueron satisfactorios y optó por Stefansson, que reunía más requisitos, no mejores quizá. Pero sí cuadraba mejor con las características de lo que ya había.

Del Toolson-Dragic que había esbozado a mediados de agosto, aunque Plaza insistía en la necesidad de que hubiera una pieza más, se ha pasado a un Vasileiadis-Toolson-Stefansson que es muy versátil aunque el nivel actual de Dragic hiciera ganar cualquier comparación. Objetivamente quizá la terna supera a la dupla por número y disponibilidad.

Con más reposo se verá la opción de fichar a un interior. Plaza lo quiere porque Maodo no da el nivel. Pero se estudiará y valorará con más detenimiento. El equipo ya trabaja hoy con Suárez y Toolson se incoporará a finales de semana. La Liga está ahí.