"Nos convertimos en un equipo mediocre, debemos tener objetivos grandes"
Willy caballero. portero del málaga cf
El cancerbero argentino se ha convertido en el líder del vestuario y tiene el mejor cartel para salir del club
Willy Caballero no sólo tiene una muralla entre los tres palos. Levanta una cuando se socializa. Cuestión de introversión. Él elige cuando hay tiempo para el relax y mostrarse más relajado en una entrevista. Con la salvación en el bote, afloran sus bromas y su expresión corporal es más distendida. Nunca huye hablar de nada, aunque siempre le es más incómodo conversar sobre Sabella que sobre una hipotética marcha; lógico, ha masticado mucha rabia este año. Tener la conciencia tranquila por haber completado un año sobresaliente le aplaca. Pudo haberle dado la Liga al Barcelona con esa parada a Adrián; quizá el año que viene les dé más paradas... vestido de azulgrana.
-El último recuerdo de su temporada, la parada a Adrián, dio la vuelta al mundo. ¿Cómo se ve en fotos?
-Yo la vi acá [señala su mano derecha y se ríe]. En televisión y fotografías se ve mejor. En el arco no sabes dónde va la pelota, sólo sabes que la tocas y vas viendo que se aleja. Salió esa y queda esa alegría de haberla atajado. Luego, en televisión, se ve mucho mejor.
-Se habló mucho de que podría haber sido la parada de la Liga. ¿Cuándo se dio cuenta de lo que había hecho?
-Cuando entré al vestuario y me dijeron los resultados. Hablando con jugadores del Atlético ahí estaban enfadados por el resultado. Sí sabía que estábamos salvados, ya me dijeron que el Barcelona no había ganado en Elche. Pero qué le vamos a hacer, la suerte estuvo de mi suerte esta vez, yo no tuve nada que ver en la Liga. Fue casualidad y causalidad a la vez. Se la jugaban entre ellos, yo no tenía nada que ver. Ganó el mejor.
-En Málaga la gente ya está acostumbrada a paradas como esas, muchos parece que lo descubrieron en el Calderón...
-Eso es que no me atacaron mucho [risas]. Eso es lo bueno para un portero, estar preparado para cuando te ataquen. Es nuestro trabajo.
-¿Fue una de sus paradas más bonitas en el Málaga?
-Sí, así es. A mano cambiada tenía otra en el campo del Zenit idéntica a la de Adrián, la busqué porque me sonaba, idéntica a la de Adrián. Es la más bonita de este año, sí.
-¿Cuáles son sus paradas favoritas aquí?
-Me acuerdo mucho de un tiro libre del Villarreal [de Borja Valero], otro del Milan, una parada a Ronaldo a la izquierda, esta de Adrián... Puedo seguir nombrando, pero esas cuatro fueron muy buenas.
-Empezó la temporada fallando y la acabó en todo lo alto.
-Yo sabía que el de los fallos no era yo, pero había que reivindicarse y volver a dar tranquilidad a mi equipo, mis compañeros y, sobre todo, a mí. Era cuestión de tiempo y el tiempo del fútbol fue paciente y agradecido conmigo, así que le doy las gracias al fútbol de poder reivindicarme. Se empezó perdiendo, costó mucho salir de esa zona y por eso el año fue tan duro.
-Seguro que usted no esperaría que esa parada en el Calderón modificara las intenciones de Sabella.
-No tenía expectativas en ese sentido. Me imaginaba que no me llamaría. No estaba pendiente de la lista, no creo que se tengan que basar por una parada. Si había motivos era por lo hecho durante el año y, como no tuve ninguna chance antes, no estaba pendiente de la lista.
-No tuvo el premio del Mundial, pero sí un reconocimiento mundial.
-Sí, previo y post a la lista. Ya soy consciente de la gente acá que me quiere mucho y del reconocimiento, pero todo el revuelo que se armó en Argentina es increíble. Me llena de satisfacción y orgullo.
-Si no lo llevan dando su cien por cien...
-Es una lástima y nada más, a seguir. La vida futbolística continúa. Argentina tiene tres arqueros y ojalá un día me toque a mí.
-La alegría de Demichelis sí le toca.
-Me enteré un día antes y la verdad es que me dio mucha felicidad, tanto la última semana de él con el campeonato como su situación. Ojalá en vez de entre los 30 esté entre los 23 y luego entre los once.
-¿Qué nota le pone a su temporada?
-No sé, me siento bien por haberme entregado al máximo. No sólo en los partidos, sino también dentro del vestuario y en los entrenamientos. Esta temporada fue muy dura y, sin duda, necesito vacaciones. Me dejé mi cuerpo cada semana y la mente, pero fue aceptable porque conseguimos el objetivo.
-Tiene contrato y se quiere quedar, pero tiene que ser consciente de que se hablará mucho de usted este verano.
-Estoy preparado para ello. En los últimos dos mercados se viene hablando, así que ya estoy acostumbrado. Te digo lo de siempre, tengo mi contrato, estoy muy contento de lo que estoy haciendo y disfrutando. En el futuro se verá lo que pueda pasar, pero yo estoy muy contento aquí.
-Es un halago, encima de clubes grandes.
-Por supuesto, sea el equipo que sea. Sin duda, que clubes tan importantes y con tanta historia te miren a nadie le sienta mal. Eso abrocha la temporada que estás haciendo. Me pone contento, pero gracias a Dios tengo contrato.
--El Barcelona le pretende...
-Todo lo que se habla se habla allá. A mí no me llegó ninguna información ni ningún llamado, así que le doy la misma importancia que le di en el pasado, a seguir con tranquilidad. Agradecido por que se hable de mí por allí, pero calmado.
-¿Cree que el club dará un salto de calidad el año que viene?
-Ojalá todos hayamos visto lo que ha pasado esta temporada y hayamos aprendido que se pueden hacer las cosas mucho mejor. Nosotros, los jugadores, la dirigencia, el jeque, que a ver si tiene esas ganas, y podamos tener un objetivo más lindo que la permanencia.
-Aparte de por el contrato, ¿tener unas miras más ambiciosas es importante para continuar aquí?
-Sí, siempre es importante tener objetivos grandes y bonitos. Si no, te puede pasar lo que esta temporada, en la que nos convertimos en un equipo mediocre en muchos sentidos. Debemos tener objetivos grandes para ser más importantes.
-¿Qué falló para que el equipo no mirara más arriba?
-Nos costó mucho, y lo hablamos con el míster, ser el equipo que debíamos ser de local. La permanencia prácticamente la conseguimos de visitante. En la segunda vuelta logramos muchos puntos fuera. Si en casa hubiésemos encarrilado algunas victorias, seguramente estaríamos con 8-10 puntos más. Aparte de los vaivenes de la primera mitad, en la segunda lo hicimos muy bien de visitante, nos faltó un poco más.
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