Alejandro Davidovich está lanzado, se nota en su juego y en su confianza el tremendo espaldarazo que le ha dado alcanzar los octavos del US Open, uno de los cuatro Grand Slam que tiene el circuito. No le está comiendo la presión de los focos, como le pasara después de Wimbledon. El malagueño se está mostrando firme y ni el cambio de superficie, ahora ha comenzado la gira por tierra batida, le está frenando. Se impuso en la mañana de este domingo al japonés Yuichi Sugita con una facilidad sorprendente (6-0, 6-1), con sólo un juego perdido en todo el partido. 

Ahora está a una victoria de meterse entre los 64 mejores tenistas del torneo de Roma, el elegido para reaparecer de Rafa Nadal después de la pandemia del COVID-19. Antes había dos rondas en la previa de un Masters 1.000 pero es un asunto que se ha cambiado recientemente. Sería la segunda vez que se mete en cuadro en un torneo de esta categoría, siendo su primera experiencia en Madrid. El pupilo de Jorge Aguirre se medirá al francés Corentin Moutet, cabeza de serie número 15 de esta primera fase y 77 del ránking ATP, que se impuso al italiano Roberto Marcora, que se retiró.