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Lo difícil de bajar de la nube

  • Tras dos tercios de competición tremendos, la erosión y las derrotas de las últimas salidas dejan un poso de decepción Pese a ello, el Málaga sumará una vuelta seguida en la séptima plaza

Parece mentira. El Málaga es séptimo, Europa aún es posible y depende de sí mismo para mantener su escaño, que quién sabe si abrirá la puerta continental el 30 de mayo. Todo ello con un presupuesto austero y manteniéndose por encima de clubes con más potencial deportivo y recursos económicos Pero cunde la sensación de desencanto entre el aficionado tras otro resbalón foráneo. A la tendencia repetida a domicilio se une el sinsabor del empate postrero de la Real Sociedad el pasado sábado. Es innegable el bajón que está experimentando el cuadro de Javi Gracia. Es más, haciendo una clasificación de los resultados cosechados sólo en 2015, el equipo sería undécimo. Aun así, sigue siendo real la posibilidad de coronar una gran temporada con un broche histórico. Los blanquiazules andan purgando ante sus aficionados dos cuestiones: lo difícil que es asimilar la vuelta a la realidad después de dos tercios de competición sobresalientes y lo cruel que es el fútbol actual, desmemoriado y resultadista.

Acabar la primera vuelta con 31 puntos, el tope máximo de la entidad, supuso un espaldarazo brutal para acelerar la salvación, que a día de hoy es un hecho. Pero también hizo desbordar la ilusión y la euforia entre sus seguidores, que se abrazaron al pensamiento de que Europa podía ser factible dejando a un lado la opción de una caída en el rendimiento debido a lo corto de la plantilla, las bajas sufridas en el mercado de invierno y el carácter canterano y joven del plantel ante equipos de mayor experiencia. El paso de las jornadas ha ido horadando la capacidad blanquiazul, como le suele pasar a cualquier equipo modesto en la etapa final de la Liga cuando están ahí arriba. Con todo, el equipo blanquiazul continúa séptimo, una posición que viene defendiendo de manera ininterrumpida desde la jornada 13 pese al palpable bajón de los últimos meses. Como mínimo continuará en esa plaza hasta la próxima jornada. Dicho de otro modo: Javi Gracia y los suyos acumularán toda una vuelta entera en la séptima posición, un meritazo tremendo con los mimbres de que disponen.

Si continúa esta regresión, al técnico y los jugadores les tocará soportar lo que también padecieron Joaquín Peiró y Antonio Tapia temporadas atrás: que no interesa Europa, que han hecho los deberes y se están dejando ir... A pesar de que el actual entrenador y sus futbolistas han sido muy claros al afirmar su ambición, ya no sólo por defender la séptima posición, sino por alcanzar al Villarreal, a corto plazo es difícil luchar con la cultura futbolística española, en la que prima más lo hecho en el último encuentro que en el global de una campaña. Acabe o no en Europa por la vía directa o la de la Copa del Rey,

Aunque en público es muy prudente en sus declaraciones, a Javi Gracia le cabrea que no se valore lo conseguido y que arrecien las críticas tras partidos como el de Ipurúa. Ya sufrió las consecuencias de la eliminación en la Copa del Rey ante el Athletic; a pesar de que se igualó el tope histórico de avance en la competición, la sensación que pesó entre los aficionados es la de que se desperdició una oportunidad única para alcanzar la final, antes incluso de disputar la semifinal. Como si todo lo anterior no hubiera valido de nada. Le agria pensar que a final de temporada, si no hay Europa, el poso que quede sea el decepción y no el de satisfacción por lo considero. El navarro es el primero al que le agrian los malos partidos fuera pero en ningún caso entiende que pese más lo negativo que todo lo bueno logrado hasta el momento.

Cabe recordar que el Málaga tiene como líderes a canteranos muy jóvenes (los Samus, Darder, Juanmi, incluso el propio Camacho aún lo es pese a su madurez) y que es lógico que ante determinadas situaciones de partido la respuesta no sea la más esperada. Igualmente, a lo largo del año han faltado jugadores clave, como Camacho, Amrabat cuando vivía su mejor momento, Sergio Sánchez o muchas bajas que se han cebado con determinadas líneas, sobre todo la defensiva. Incluso las salidas en diciembre de Santa Cruz y Antunes supusieron dos pérdidas muy duras para el entrenador.

Más que un bajón en el juego, lo que se ha experimentado es un acuse más severo entra la imagen en casa y a domicilio. Pese al empate final de la Real Sociedad, el partido blanquiazul no fue peor que los cuajados recientemente con el Córdoba o el Getafe, los dos anteriores, que acabaron con triunfo. Incluso, vistos los precedentes en Martiricos y en el Camp Nou, casi podría esperarse más posibilidades en los duros partidos que vienen ante Atlético y Real Madrid que con otros que andan por la zona baja. Pase lo que pase, el Málaga firmará una temporada muy buena y, con ocho partidos por disputarse aún, sigue teniendo en sus manos la posibilidad de mantener la séptima plaza y la porfía ante el Villarreal por la sexta.

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