Salvador y mártir. La paradoja de Edinho puede servir como ejemplo de la enrarecida situación de este Málaga. El luso es el máximo goleador del equipo, pero con sólo dos tantos, y a pesar de que únicamente ha jugado dos veces como titular. Al mismo tiempo, es uno de los jugadores que más críticas ha recibido por parte de la grada. Ciertamente, se ha mostrado muy errático en muchos encuentros, como pasó el mismo sábado. Y es que, a punto de llegarse al primer tercio de competición, los pilares sobre los que se asentaba este proyecto no están siendo tan sólidos.

Retener a Jesús Gámez y Apoño fue uno de los grandes aciertos de los dirigentes este verano, ya que tanto el cuerpo técnico como los aficionados demandaban su continuidad como claves para la actual campaña. Sin embargo, ya son consabidos los problemas musculares que han lastrado al medio centro esta temporada y que todos los sectores coinciden en señalar como una de las claves de la mala clasificación. En cuanto al lateral, parece haberse contagiado del mal juego general. Sus cabalgadas por banda han sido intermitentes y está sufriendo ante algunos rivales, como ayer le pasó con Omar. Aun así, está siendo uno de los más reconocibles hasta la fecha.

No se puede decir lo mismo de futbolistas como Weligton, Baha o Albert Luque, cuyo buen hacer en el Málaga está probado a lo largo de temporadas anteriores. El delantero franco marroquí está recibiendo más críticas que nunca por su falta de gol (únicamente marcó ante el Atlético de Madrid en la primera jornada) y porque en muchas ocasiones está en el campo con misiones distintas a las de ser hombre de área (Muñiz recurre bastante a su gran físico para que haga un serio trabajo de presión en la medular).

Weligton está completando su peor arranque desde que llegó hace dos años y medio. El brasileño no transmite la misma seguridad que en otras temporadas y ha dejado de ser ese bastión que irradiaba tanta tranquilidad desde la zaga. El episodio de críticas por sus agresiones a Messi y Piqué en el encuentro frente al Barcelona, para colmo, no le ayudó nada.

Albert Luque, que la temporada pasada volvió a rehabilitarse como futbolista, está acusando problemas físicos que están lastrando su buena puesta a punto, más por falta de ritmo y continuidad que por lesiones. No obstante, ha demostrado que su calidad sigue siendo importante para este equipo, como sucedió en Villarreal o en Copa del Rey ante el Zaragoza.

De la mejora progresiva de estos futbolistas dependerá en gran medida la evolución del equipo.