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Desde una final hasta la guerra

  • La plantilla del Unicaja transmite mentalización en la previa del viaje a Florencia Hettsheimeir, Suárez, Caner-Medley y Fran Vázquez analizan al rival y la coyuntura en la que se encuentra el equipo malagueño

El vestuario del Unicaja transmite plena consciencia de lo que mañana se juega en Florencia. Nadie quiere apearse ya a estas alturas de la Euroliga, por más que por ahí esté el colchón envenenado de la Eurocup. El periodismo suele abusar del tópico, pero también los jugadores lo emplean. "Es una final", dice Carlos Suárez. "Estamos preparados para la guerra", repite tres veces en tres minutos Rafa Hettsheimeir. "Ha sido culpa nuestra y en nuestra mano está rectificar", incide Fran Vázquez. "No hay nada que me motive más que ganar mañana y estar con los 16 mejores de Europa", remacha Nik Caner-Medley.

Una pulsación en el vestuario del Unicaja emite energía, nervio y concentración cara al encuentro de mañana. Carlos Suárez sostiene que "debemos hacer lo que hacemos en los últimos entrenamientos, estamos trabajando mejor de lo que jugamos", pero se alegra de la dependencia propia: "Nos hemos metido en este berenjenal, pero es lo que toca. Perdimos contra Siena en el último segundo. En Estambul también lo perdimos llevándolo encarrilado. Y ahora toca rectificar. No dependemos de otros. Si ganamos, estamos. Hay que olvidarse de lo que hace el Bayern".

También Fran Vázquez insiste en esa línea de mirar sólo hacia el Nelson Mandela Arena y no a otro lugar. "Ha sido un poco culpa nuestra haber perdido contra Siena en el último segundo, jugar en Turquía un partido que debíamos haber ganado... Estamos aquí por nuestra culpa y estamos capacitados para rectificar. Lo bueno es que dependemos de nosotros mismos, si ganamos estamos en el Top 16", relata.

Si hay alguien autocrítico con aquella derrota ante el Montepaschi es Nik Caner-Medley en una entrevista en la web de la Euroliga: "Perder sobre la bocina siempre te hace mirar atrás y, personalmente, fallé dos tiros libres, hice una falta cuando el rival tiraba un triple y fallé dos de mis tres últimos tiros. Y el tipo al que yo estaba defendiendo fue quien metió la canasta decisiva. Soy muy crítico conmigo mismo. Si hubiéramos ganado estábamos ya en el Top 16".

En términos bélicos se expresa Rafa Hettsheimeir. "Tenemos una guerra, tenemos un partido clave que hay que ganar. Es un partido de todo el equipo, no sólo de jugadores interiores o exteriores. Es una guerra que no hay que hacer por separado, debemos hacerla todos juntos". Los cuatro jugadores consultados

"Es curioso, pero eso está olvidado, hay que pensar en el presente y en que gane el Unicaja", responde Suárez cuando se le cuestiona por el caprichoso destino. Estaba muy cerca de firmar por el Montepaschi, ya había dialogado con Marco Crespi pero se cruzó Joan Plaza para que se viniera para Málaga.

Algunos aspectos técnicos y tácticos, más allá de parar a Daniel Hackett, timonel sienés. "Es clave coger nuestro ritmo, que no lo lleva Hackett. Después, hacen mucha zona, hay que tener mucho acierto en la línea de tres puntos para romperla y, sobre todo, controlar el rebote", señala el alero madrileño. "Los pivots siempre hacen pick and pop (bloquear y abrirse) menos Hunter, que es el más interior. Juegan más abiertos, creando espacios para sus tiradores. Eso siempre exige atención colectiva", prosigue Hettsheimeir.

"Creo que la semana pasada jugamos el mismo tipo de partido mentalmente. Hay algunas diferencias pero nosotros nos preparamos para el partido del Bayern como si tuviéramos que ganar sí o sí para mantener en nuestras manos nuestro futuro", dice Caner-Medley sobre la aproximación al partido de Florencia: "Nuestro objetivo como equipo y el mío individual es jugar en el Top 16, especialmente por la tradición de haber jugado ocho años ahí. Sería una decepción enorme. No me quiero imaginar que no fuéramos capaces de estar en el Top 16", remata el americano.

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