La fuerza de Amrabat, el don de Juanmi

El tramo final del encuentro despertó lo más granado del Málaga. Desde el banquillo emergió la figura de Juanmi, de nuevo ese tipo oportunista y con ese halo de bendición en este tipo de partidos. Bravísimo choque el del coineño en menos de 20 minutos. Gol, jugada de tiralíneas y, sobre todo, mucho movimiento inteligente por las zonas dañinas. Estaba fresco. También Amrabat, a pesar de que se había pasado todo el encuentro corriendo y zafándose de peleas corporales con la defensa del Betis. Le sobran potencia y corazón al holandés, de nuevo el mejor de todos los presentes en el campo.

Los arrebatos de energía del cedido por el Galatasaray permitieron dos asistencias de gol que horadaron a un Betis alicaído y roto en defensa. Al tren de las buenas sensaciones se sube también Rescaldani. Debut con buenas sensaciones y participación decisiva en la remontada. El argentino vio la llegada de Darder y la dejó pasar para que se llevara él la gloria del 1-2.

Caballero, algo muy extraño, fue el primer villano de la noche. Un error impropio en él, que intentó blocar un tiro fácil en plena lluvia y se le escurrió entre las manos para el 1-0. Pero no sería Caballero de no ser porque antes del revolcón al marcado le sacó a N'Diaye un gol claro cuando remató desde el área pequeña. Flojo Portillo en la mediapunta y otra vez notable Sergio Sánchez en la zaga.