El gran dilema de Isco

El reloj no para de sonar, el tiempo no se puede detener y, desgraciadamente, la marcha de Isco del Málaga tiene cada vez más síntomas de producirse este verano. Mientras el propietario del equipo no cede con sus proclamas a través de las redes sociales, el proyecto se tambalea por falta de definición. Una de las primeras piezas que puede abandonar el tablero es Isco Alarcón. El benalmadense posee el talento y la juventud para atraer a los grandes y poderosos equipos de toda Europa.

La sombra de la sospecha crece con la marcha de Gotze al Bayern de Munich. Mismo tipo de jugador y sin las necesidad económicas del Málaga. En el caso de que Isco abandonara el club de Martiricos de la misma manera que Gotze, mediante la cláusula de rescisión, las arcas del club recibirían 35 millones de euros. Es casi la misma cantidad lograda que se estima a raíz del paso de los hombres de Pellegrini por la Liga de Campeones. Superando las diferentes fases, con los resultados logrados y a falta de conocer los ingresos por parte de la explotación de los derechos televisivos, se cifra los premios de la Champions entre 36 y 40 millones de Euros. Isco vale lo mismo que una trayectoria brillante en la competición más prestigiosa del continente.

Lo peor para el aficionado blanquiazul es que está acostumbrado a encontrarse con ídolos de papel. Esos que proclaman el amor a unos colores pero luego dejan a la grada con un hueco en el corazón. Parece, puesto que nunca se pueden afirmar tajantemente cosas así, que ese no es el caso de Isco. El de Arroyo de la Miel está viviendo en Málaga la adolescencia que no tuvo en Valencia. En su tierra, con sus amigos y con su familia. Sus declaraciones afianzan lo que transmite: él es feliz en su tierra y con 21 años recién cumplidos tiene el futuro por delante. Ningún jugador se marcha contra su voluntad pero dada la precariedad económica del Málaga, podría ser el propio club el que viera con buenos ojos la marcha del internacional español. La necesidad de ingresar líquido para mantener el nivel del proyecto puede obligar a un sacrificio de ese tamaño.

El mayor ejemplo de esta situación fue el acto público del aumento de cláusula para Isco. El mediapunta no obvió la realidad del proyecto y fue sincero. "Si el Málaga estima que debe venderme porque necesita el dinero, ahí yo no tengo palabra", dijo el jugador.

Los últimos interesados serían el Mónaco. Según informó el Diario As, el equipo que actualmente milita en la segunda división francesa, aunque tiene el ascenso casi garantizado, fue adquirido por el magnate ruso Rybolovlev, que pretende hacerle competencia a los grandes de Europa. Por ello, se habrían producido las primeras conversaciones entre club para hacerse con los servicios del malagueño a cambio de 28 millones de euros. Un nuevo maná económico pero un gran paso atrás en lo deportivo. Por ahora, se mantiene el dilema.