La historia espera al Marbella

El Trocadero debuta en División de Honor frente al experimentado C.D. Arquitectura (12:30)

Varios jugadores del Trocadero Marbella luchan por el balón, en un duelo de la temporada pasada.
Juanjo Campillos Málaga

18 de septiembre 2016 - 05:02

Los 27 años de historia del Trocadero Marbella Rugby Club harán un breve pero intenso parón este domingo a las 12:30 horas. Cuando las manecillas del reloj se posen sobre el número que marca las y medias, el balón echará a volar sobre el césped del Bahia's Park. El ovoide irá de lado a lado una vez más, como en miles de partidos o entrenamientos. Sin embargo, esa ocasión será especial. Ante el C.D. Arquitectura, los jugadores que se encuentren sobre el césped escribirán, a lo largo de 80 minutos, la página más gloriosa de la historia del club marbellí. Porque cuando Christian Moreno, el colegiado, dé orden para que arranque el partido, el Trocadero Marbella Rugby, por primera vez, será equipo de División de Honor B.

En el seno de la plantilla costasoleña se cuentan las horas, los minutos y los segundos para los corazones latan a más de 200 pulsaciones por minuto. "No estamos nerviosos. Más que eso nos encontramos ansiosos porque llegue el momento. Queremos saber dónde estamos, después de todo el trabajo realizado", afirma Rubén Pérez, vicepresidente de Trocadero Marbella. Porque todo ha cambiado desde junio, mes en el que finalizó la temporada anterior. Cuando conocieron que serían jugadores de División de Honor, sin perder ni un instante, optaron por llevar a cabo una metamorfosis absoluta en la misma raíz del club. El cuerpo técnico se multiplicó de un único miembro a más de media docena. Se incluyó un día más de entrenamiento a la semana, de las dos sesiones se pasaron a tres (martes, miércoles y viernes). Y también incluyeron trabajo individual para cada jugador, dependiendo de la posición que ocupen en el campo. Todo para que "los chicos estén como motos".

Delante, en el campo contrario, tendrán como rival al C.D. Arquitectura, uno de los equipos más laureados de todo el rugby nacional. Los madrileños destacan en la línea delantera, con la que construyen melés muy sólidas. Son efectivos en el juego estático, de la nada son capaces de llegar a la zona de anotación en muy pocos pases. No obstante, su virtud principal es la experiencia. "Ellos son muy combativos. Tienen jugadores veteranos que conocen la categoría como la palma de su mano. Y nosotros, en cambio, casi no conocemos la División B" analiza Pérez. A simple vista, esta falta de partidos en la segunda máxima categoría del rugby español podría ser un hándicap para la permanencia. Pero los marbellíes, la catalogan como "la oportunidad de dar la sorpresa". "Nunca hemos jugado contra estos equipos. No nos conocen. No saben lo que hacemos ni cómo jugamos. Esa es una de nuestras bazas", comenta ilusionado Rubén Pérez.

Las aspiraciones de los marbellíes no son las que se marcarían cualquier equipo recién ascendido. No se conforman con la salvación. Van a por todas. Quieren dar la campanada. "No vamos a ser la cenicienta. Queremos que se desengañen. Que cada partido sea una lucha, dice. Para ello pondrán en práctica el mismo esquema táctico que les ha conducido al ascenso. El juego será alegre y dinámico, intentando ensanchar el campo al máximo con veloces pases a la mano. De esta manera, los rivales, con mucho tiento y paciencia, se irán desgastando hasta pedir la hora. "En juego abierto somos muy peligroso. Si algo funciona no lo vamos a cambiar", señala el vicepresidente del Trocadero Marbella. Lo que sí ha cambiado, revirtiéndolo hasta quitarse la etiqueta de club vendedor, es el fenómeno migratorio de huida de canteranos a equipos nacionales de mayor calado. "Al subir de categoría, los canteranos que se fueron han vuelto para unirse de nuevo al proyecto. Al igual que varios jugadores extranjeros que estaban por aquí y han decidido dar el paso adelante". Todos reman en pos de un mismo objetivo.

Sin embargo, ese esfuerzo es en balde si no se encuentran alentados por la afición de Marbella. Al campo se desplazarán amigos y clubes vecinos, como también algún que otro curioso que intentará comprender qué es eso del rugby, pero desean que ese apoyo sea constante. "En la ciudad se está hablando mucho del partido. Ojalá estemos arropados por nuestro público durante toda la temporada. Los necesitamos", comenta Rubén. Hoy, en el Bahia's Park, a buen seguro que no entrará ni un alfiler, porque todos querrán decir que estuvieron presentes esa jornada. El día en el que el Trocadero Marbella Rugby Club, casi tres décadas después, abrió el libro de hazañas para comenzar su aventura en la Liga Nacional.

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