Habrá lleno en el Westfalenstadion

Si hay una afición en Europa admirada, probablemente sea la del Borussia Dortmund. Un ambiente impresionante semana tras semana, lejos de la violencia malentendida como ambiente y en todas las circunstancias, pues la grada no se resintió cuando las vacas flacas llegaron el conjunto casi se va a la quiebra. Los amarillos no fallarán a su equipo tampoco ante el Málaga en los cuartos de final de la Liga de Campeones y ayer se confirmó un lleno absoluto para el histórico encuentro del 9 de abril.

Según informó el club alemán, las entradas a la venta se agotaron en tan sólo unas horas. El aforo total del recinto es de 65.829 entradas en partidos internacionales. Las escenas, con colas de más de 100 metros o gente que había decidido pasar la noche a la intemperie para lograr un asiento, son muy familiares a las vividas por gran parte de los aficionados malaguistas. En las rondas finales, el fútbol desata toda su pasión.

A falta de saber la cifra de entradas que el club alemán asigna a los malagueños (por norma, debería ser un 5% de la capacidad total del estadio) los aficionados del Dortmund ya saben que dispondrán de 1.435 entradas en La Rosaleda para el encuentro de ida. El club ya anunció una medida innovadora para proceder al reparto de dichos asientos, dando preferencia a los aficionados que viajaron con el equipo a Donetsk, en el encuentro de ida de octavos ante el Shakhtar. Una medida peculiar que cuida al aficionado fiel para un club peculiar, como son ellos.

Tanto el Málaga como el Borussia Dortmund se han caracterizado por ofrecer un juego muy parecido, en lo que concierne a la apuesta por el juego ofensivo, preciosista y de posesión. Los dos últimos Golden boy también coincidirán en el campo, Isco y Gotze, con lo que el nivel sobre la cancha estará a la altura de lo que piden unos cuartos de final de Liga de Campeones. Por las cifras y el ritmo de ventas de las entradas, parece que la grada estará a la altura de sus conjuntos, como vienen haciendo a lo largo de la presente temporada y, pase lo que pase, tanto los de Klopp como los de Pellegrini podrán estar orgullosos de quiénes les acompañan.