Todos locos con Juanpi
Su padre Bernardo Añor, ex futbolista internacional, relata su alegría por el gol al Levante y la dedicatoria a su prima fallecida.
El gol de Juanpi al Levante no se celebró únicamente en La Rosaleda y en Málaga. Un hogar de Caracas rompió en fiesta gracias al tanto del menudo futbolista venezolano. En casa de los Añor no se pierden ni un encuentro del conjunto blanquiazul, pero la felicidad se multiplica cuando el menor de los cuatro hermanos salta al campo. Ante el Levante no sólo salió como titular: Juanpi marcó un gol de bandera tras recorte y zurdazo y asistió a Ricardo Horta para que hiciera el definitivo del triunfo (2-0). Su padre Bernardo, jefe y primer futbolista de la familia Añor, atiende a este periódico amablemente y narra sus sensaciones. "No hay palabras", afirma. "El júbilo fue total. Fue muy emotivo, sobre todo por la dedicatoria", cuenta.
Juanpi señaló al cielo con los dos dedos índice tras perforar la portería de Jesús Fernández. Horas después subió la foto del momento de la celebración su cuenta de Instagram y se acordó de Anita. Ana es su prima hermana y falleció este mismo verano. Juanpi, en ese fatídico instante, se encontraba en la estadía de pretemporada con la primera plantilla. "¡Te quiero muchísimo! Te llevo presente en cada momento, sé que nos estás cuidando desde arriba y siempre va a ser así! Love you", fue el mensaje escrito por Juanpi dedicado a su prima. "Esta Navidad fue especial por aquel terrible momento. Después del partido hablamos. 'Cuando bajes a la tierra, llámanos', le dije. Fue muy emocionante por la dedicatoria, fue un acto muy importante. Es ahora y a uno le cuesta aguantar la emoción... Estamos muy felices por él", afirma Bernardo.
Los genes Añor son plenamente futbolísticos. Bernardo fue internacional por Venezuela en la década de los 80. Fue integrante de la selección que ganó la primera medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Cuba 1982. El otro futbolista del clan se llama Bernardo, tiene 26 años y milita en la MLS estadounidense. Las últimas cuatro temporadas las ha disputado en Columbus Crew. Hace justo un mes firmó por el Sporting Kansas City. Son cuatro hermanos en total, con otro chico y otra chica. "Yo jugaba en una posición parecida, en lo que siempre se ha denominado como 10", recuerda Bernardo, que rescata la comparación con David Silva que siempre ha acompañado a Juanpi desde que empezó a lucir en las categorías inferiores de Venezuela.
Bernardo Añor describe la emoción que supuso el gol del malaguista. "Uno habla como padre, pero fue un orgullo, quizá más porque es el pequeño y la confirmación de que hemos hecho bien con apoyarlo en su pasión, que es el fútbol", explica. Cuenta que vio el partido copero contra el Levante con su esposa y dos de sus hijos. "Fue algo bárbaro. Un momento de mucho júbilo. No hay palabras para describirlo", insiste.
Juanpi, al igual que su hermano, empezó a interesarse por el fútbol en San Ignacio de Loyola de Caracas. En el colegio jesuita dio sus primeras patadas al balón, como hacía "la mayoría de los chicos". "Todo los días jugaba con sus hermanos grandes y siempre se retaban entre ellos. Eso fue una enseñanza", relata orgulloso Bernardo. "Luego fue al Caracas y ya lo llamaron de la sub 15, la sub 17... Y surgió el Málaga", afirma el primogenitor.
Juanpi llegó al club costasoleño con apenas 16 años a recomendación de su agente Juan Mata, que ese mismo verano había negociado el fichaje de su compatriota Salomón Rondón. "Málaga es su ciudad. Él se siente malagueño. Yo tengo familia española y a mí me encanta que sea así. Está muy agradecido por todo el apoyo que ha recibido estos años", explica Bernardo. Juanpi arrancó con los juveniles y la pasada campaña descolló con el Malagueño, con 11 goles en 36 partidos. Ya hizo la pretemporada con Schuster y repitió con Gracia, que desde el minuto 1 lo consideró uno más, al igual que Samu Castillejo. Debutó en la jornada 2, fue titular ante el Barça con buena nota y casi marca de falta al Madrid. En diciembre renovó hasta 2018.
Reconoce el cabeza de familia que en esos primeros meses le resultó importante y tranquilizador el apoyo de Rondón, aunque Juanpi siempre fue muy independiente. "Tenían buena química, ya se conocían por el hermano mayor. Él estudiaba y vivía en una residencia. Aunque era muy chico nunca nos dijo si lo pasaba mal, si nos echaba de menos o estaba triste. En ese caso habría ido corriendo a por él. ¡Eso me mató como padre!", bromea Bernardo.
El jefe de los Añor vendrá en febrero a pasar unos días con su hijo, con el que estuvo tres días esta Navidad. Se deshace en elogios hacia Gracia. "No me meto en su trabajo, sólo le digo a mi hijo que trabaje mucho y apriete los dientes. Cuando llegó de Navidad le preguntó por sus hermanos, tíos, abuelos... Eso muestra la calidad humana de Gracia y que está a muerte con Juanpi", sentencia.
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