Diez malagueños en el Olimpo

El deporte malagueño puede presumir de campeones. Mundiales, olímpicos y europeos, con selecciones o con clubes. Grandes deportistas a lo largo de la historia, algunos de ellos todavía en activo, con carrera por delante para redondear su palmarés. Comparar disciplinas distintas y épocas diferentes siempre puede acarrear injusticias. J.M. Olías firma esta lista subjetiva de los mejores deportistas malagueños en la historia. Seguro que, cuestión de gustos, falta y sobra alguien. Un Top 10 abierto al debate.

Diez malagueños en el Olimpo
José Manuel Olías

Málaga, 25 de noviembre 2008 - 12:19

1. Fernando Ruiz Hierro. Fútbol (Vélez-Málaga, 1969)

Cuando jugaba en la cantera del Vélez, en el extinto C. D. Málaga le desecharon porque algún visionario consideró que no tenía futuro en el fútbol. Reclutado por el Valladolid, su ascensión fue después vertiginosa. De familia balompédica (sus hermanos mayores Antonio y Manolo sí jugaron en el club blanquiazul), firmó una carrera extensísima y exitosa. Durante más de una década jugó en el Real Madrid y en la selección española, como centrocampista y como defensa. En su madurez, uno de los tres mejores centrales del mundo, por momentos el mejor. Un palmarés brillantísimo, en el que relucen cinco Ligas españolas, tres Champions League y dos Intercontinentales. Con la selección española jugó 89 veces (29 goles) y participó en cuatro Mundiales y dos Eurocopas. En su carrera marcó más de 150 goles en partidos oficiales, una barbaridad cuando durante la mayor parte de ella se desenvolvió en posiciones defensivas. Seguramente el mejor defensor de la historia del fútbol español. Su peso específico en el rey de los deportes le coloca a la cabeza de este escalafón. Actualmente es el director deportivo de la Federación Española de Fútbol.

2. Antonio Carlos Ortega. Balonmano (Málaga, 1971)

El balonmano malagueño ofreció en las últimas décadas perlas de calidad, pero ninguna del calibre de Antonio Carlos Ortega. Para glosar su palmarés harían falta muchas líneas, pues comprende más de 40 títulos oficiales a nivel de club. Formado en la prolífica cantera de Maristas, fue protagonista en el Puleva que aterrizó en la élite a principios de los 90, trampolín para su consagración, que llegó con su emigración al mejor equipo que ha conocido la historia del balonmano, el Barcelona conocido como el Dream Team. Allí, con su fabuloso brazo izquierdo, se erigió en uno de los protagonistas de ese maravilloso bloque que ganó cinco Copas de Europa consecutivas. Fue internacional en 146 ocasiones y recolectó una medalla de bronce en los Juegos de Sidney'00 más una plata y otro bronce en sendos Campeonatos de Europa. Retirado tras una década de magisterio en el Palau Blaugrana, se retiró y se encomendó la tarea de devolver el balonmano de élite a la provincia de Málaga desde el banquillo. Tardó muy poco en conseguirlo y, como entrenador del Balonmano Antequera, cumple su tercera temporada en la Liga Asobal.

3. Nacho Rodríguez. Baloncesto (Málaga, 1970)

La trascendencia de su figura se mide en su cuota básica en el boom del baloncesto en Málaga. Representa la ascensión de este deporte en la ciudad. 20 temporadas en la ACB, la mitad de ellas en equipos malagueños (Maristas y Unicaja), le valen muchos registros históricos y un palmarés envidiable. Pero, quizá por encima de todas las cosas, su puesto en la lista responde a que fue la imagen de aquel Unicaja del subcampeonato del 95 que multiplicó la importancia de este deporte en la ciudad. Él fue el icono de ese equipo que inició la rebelión en el eterno tripartito (Madrid, Barça y Joventut) que tiranizaba el baloncesto patrio. Ejemplo de profesionalidad, superación y longevidad, probablemente cuando acaben sus carreras Berni y Cabezas le superarán. O quizá no. Sigue siendo el único malagueño en tener una Euroliga, conseguida con el Barcelona, adonde emigró en su madurez para ganar título. Lo consiguió. También fue internacional 125 ocasiones y puede presumir de una medalla de plata y otra de bronce en Campeonatos de Europa más una participación en los Juegos de Sidney'00. Retirado el pasado mes de septiembre.

4. Juan Gómez "Juanito". Fútbol (Fuengirola, 1954)

Le suceden en la lista deportistas con mejor palmarés. Pero esto no se trata simplemente de poner en una balanza títulos al peso. También está el carisma, la capacidad de emocionar, de no dejar indiferente. Y ahí está Juanito. Seguro, el más genial de los deportistas malagueños que ha existido. Todo carácter, temperamento, muchas veces desbordante y excesivo, como cuando le pisó deliberadamente la cara al alemán Matthaus en un partido de Copa de Europa. Hizo carrera en el Real Madrid, donde jugó 10 años y ganó bastante (cinco Ligas, dos Copas y dos Copas de la UEFA). También fue internacional y jugó dos Mundiales, más unos Juegos Olímpicos, con España. El arte del quiebro, del regate, de la jugada imposible llevado al extremo. Volvió a Málaga para retirarse y dejar al equipo en Primera. Amante del mundo taurino, Curro Romero le cortó la coleta en La Rosaleda. Regresaría dos años más tarde para jugar en Los Boliches, en Segunda B. Cuando comenzaba su carrera como entrenador en Mérida falleció en 1992 en un accidente de tráfico al regresar de presenciar un partido de Copa de la UEFA del Real Madrid. El Bernabéu canta en el minuto 7 de cada partido "illa, illa, illa, Juanito maravilla". El mejor legado y una forma de comprender su carisma.

5. Theresa Zabell. Vela (Ipswich, 1965)

Nacida en Inglaterra, a los pocos meses de vida su familia se instaló en Málaga. En temas olímpicos, sin ninguna discusión la mejor deportista malagueña, incluyendo a hombres, de la historia. Así lo atestiguan las dos medallas de oro conseguidas en Barcelona'92 y Atlanta'96, ambas en la clase 470. Redondea su palmarés con cinco títulos mundiales, tres europeos y múltiples nacionales. En un deporte en el que España ha conseguido buena parte de las medallas olímpicas de su historia, sobre todo en épocas menos boyantes que la actual, Zabell aporta una cuota importante. En España no hay mujeres con mejor palmarés que ella a nivel olímpico. Tras su retirada, ha seguido ligada al mundo del deporte, intentando popularizar la vela. Siempre niega que sea un deporte elitista. Actualmente es miembro del Comité Olímpico Español (COE).

6. Miguel Ángel Jiménez. Golf (Málaga, 1964)

En su momento, los norteamericanos le bautizaron como "el mejor jugador desconocido del mundo". Su imagen, su eterno puro, sus ideas y su procedencia humilde no casan demasiado en un deporte aparentemente muy elitista como es el golf. Dejó los estudios a los 15 años para ser caddie en Torrequebrada y acabó superando a todos aquellos a los que cargaba las bolsas. Miguel Ángel Jiménez ya no es aquel jugador desconocido del que hablaban los norteamericanos. Tiene 16 títulos del Tour en Europa, Top 10 en el British Open y en el Masters de Augusta y tres participaciones en la Ryder Cup, la última de ellas el pasado mes de septiembre. Suele estar entre los 20-30 mejores jugadores del mundo en el ránking y, pasados los 40 años, aún parece tener cuerda para rato. Este año consiguió el título más importante de su carrera, en la catedral de Wentworth, en el Campeonato de la PGA. Es difícil destacar en un deporte planetario como el golf. Y más desde su origen.

7. Berni Rodríguez. Baloncesto (Málaga, 1980)

Su carrera va eternamente paralela a la de Carlos Cabezas. La sutil diferencia en el escalafón quizá sea la medalla de plata cosechada por Berni el pasado verano en Pekín. Es, además, el único capitán que ha levantado un trofeo en la historia del Unicaja. Lo hizo con la Copa Korac (2001), la Copa del Rey (2005) y la Liga ACB (2006). En la foto para la posteridad es él el protagonista. Hombre de club, seguramente complete su carrera en el Unicaja. Continúa con el legado de Nacho Rodríguez y es una de la banderas del deporte malagueño. El tiempo quizá le coloque en una posición más alta en la lista.

8. Carlos Cabezas. Baloncesto (Málaga, 1980)

Su carrera tiene vida completamente propia, aunque haya transcurrido paralela a la de Berni. Una encuesta entre la afición del Unicaja revelaría que es el jugador más querido. La maldición olímpica probablemente le haga bajar puestos en esta lista. ¡Jaume Comas! le dejó fuera de los Juegos de Atenas y el que ahora es su entrenador prefirió a otros bases para los Juegos de Pekín. Entre medias, campeón del Mundo, como Berni, en Japón'06 y subcampeón de Europa en España'07. Antes, también campeón del mundo júnior en 1999, con canasta decisiva suya para apuntillar un histórico triunfo sobre EEUU que cambiaría la historia del baloncesto español. La identificación entre Málaga, Unicaja y el baloncesto se entiende por personas como Carlos Cabezas.

9. María Peláez. Natación (Málaga, 1977)

Sus cinco Juegos Olímpicos, desde Barcelona a Pekín, comprenden 16 años en la élite de la natación. Debutó siendo una niña de 14 años y cerró el círculo con 30 en la capital china. En el camino, más de medio centenar de títulos nacionales, numerosos récords y, como joya de la corona, el título de campeona de Europa en los 200 metros mariposa en Sevilla'97. Fue el primer oro para la natación femenina en la historia en un gran campeonato. Mariposista de referencia durante casi dos décadas en la natación española, lideró una exitosa generación malagueña en la piscina a la que se busca un relevo que no acaba de producirse. Aún no está retirada oficialmente y sigue entrenándose diariamente para mantener la forma.

10. Félix Gancedo. Vela (Vela, 1940)

El más veterano de la lista, uno de los precursores del deporte de élite en Málaga, de la vela en particular. Participó en cuatro Juegos Olímpicos (Tokio'64, México'68, Munich'72 y Montreal'76), fue varias veces campeón europeo y mundial. Múltiple campeón de España, hasta en cuatro décadas distintas (de los 60 a los 90), tras su retirada fue directivo e impulsó lo posible la democratización de la vela.

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