El niño que dijo no a 'Mou' seduce a Schuster
Samu García probó con 14 años en el Chelsea y el portugués dialogó con él para convencerlo, pero prefirió seguir en el Conejitos Ha gustado al alemán y el tren pasa de nuevo por su puerta
El fútbol, dicen, no suele conceder una segunda oportunidad. El tren pasa y, si no se coge, probablemente no vuelve. A Samu García, el atacante del Málaga que realiza la pretemporada a las órdenes de Schuster, sí se le ha presentado ese ferrocarril extra. Además, en la puerta de su casa. A sus 23 años no anda lejos de asentarse esta temporada en la primera plantilla. Ha llamado a la puerta en esta pretemporada y el alemán le ha oído. De la terna formada por Fabrice, Juanpi Añor y el malagueño muy probablemente se consolidarán dos en el primer equipo a menos que cambie sustancialmente el diseño de plantilla que ahora mismo tiene en mente el Málaga. Samu es el único, por edad, que no puede alternar con el filial. Tiene un año más de contrato. De ahí que el jugador haya mostrado su deseo de salir en caso de no permanecer en el primer equipo. De hecho, la idea de Manel Casanova, comunicada al jugador cuando finalizó la temporada, como máximo realizador del Malagueño con 12 goles, era cederle. Sonaron equipos de Segunda B, como el San Fernando. Ahora está cerca de instalarse en dos escalones más arriba.
Samu tiene una historia muy curiosa. El primer tren le pasó hace nueve años. Entonces le dijo no a Jose Mourinho. Tenía 14 años y la partía en el PTV Conejitos. Algo así como cuando Isco fue reclutado desde el Benamiel por el Valencia. Un scout del Chelsea, George Gray, se fió de la buena vista clínica de uno de esos ojeadores anónimos sin glamour ni marketing pero con el olfato para desentrañar en 10 minutos a un jugador. En Samu había futbolista. Dos clubes británicos de mucha enjundia se fijaron en él. El Glasgow Rangers y el Chelsea. Como prueba la imagen de abajo a la derecha, el equipo escocés le regaló incluso una camiseta con el 10 y con su nombre. La foto que ven fue portada del suplemento Campeones, que durante varios años alumbró a hoy figuras del deporte malagueño. Cuando estaba a punto de firmar por la entidad protestante, llamada desde Londres. El Chelsea quería verle in situ. Era el inicio de la era Abramovich, empezaba a construirse el equipo campeón que ahora es el club del selecto barrio londinense. Allí estuvo Samu durante 10 días en Cobham, en los predios donde Mourinho dirigía al que ahora es de nuevo su conjunto. El malagueño realizó varios entrenamientos con el equipo juvenil. Impactó pese a tener sólo 14 años. Jugó también con el equipo reserva. De hecho, se montó ex profeso un partido con el Chesterfield, club cercano a Londres, para medirle, con presencia de un par de ayudantes directos de Mourinho para escrutarle. Gray y su contacto en Málaga habían tenido buen ojo. El portugués dio el OK a su incorporación.
Para un chaval del PTV Conejitos aquello era casi como la luna. Mou tuvo un guiño con él. Dialogó y le dijo que quería que se quedara en el Chelsea. Y le permitió que entrara al comedor exclusivo del primer equipo, a compartir mesa y mantel con Lampard, Terry o él mismo. Un partido en Stamford Bridge y múltiples atenciones no lograron seducir del todo a Samu, en el fondo un niño de 14 años que no había salido de Málaga. El hecho de que el Chelsea impusiera que viviera al menos durante una temporada con una familia inglesa, sin nadie cercano a él al lado para acelerar su integración, más el idioma retrajeron al entonces imberbe de dar el salto. Samu dijo no a Mourinho y el Chelsea.
El atacante prosiguió su carrera en el Conejitos, destilando su calidad. Acabó su etapa juvenil y estuvo una temporada en el Alhaurino. Rafa Gil le rescató para el Malagueño con 19 años. Tras tres temporadas ahí, la última como máximo goleador, ahora el tren vuelve a pitar. Su agente, Pepe Mesa, espera una llamada del club para verificar que Samu será la próxima temporada jugador del primer equipo. Quien le ha visto desde pequeño asegura que es, sobradamente, jugador de Primera, para este Málaga. Por movimientos, técnica, visión y finalización. Hace nueve años el tren pasó de largo. Ahora Samu está dispuesto a cogerlo. La estación puede estar en Alemania.
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